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Para la reunión de este mes se había acordado seguir con el estudio y debate del libro de José
María Castillo: «El Evangelio marginado», concretamente el capítulo 6. Después de precisar,
en el capítulo anterior, que lo que importa es no tanto la fe en Jesús como su seguimiento, en
este capítulo el autor pasa a concretar en qué consiste ese seguimiento. Por de pronto, presenta
el seguimiento de Jes como algo no relacionado con la práctica religiosa, diciendo que a Je-
s “nunca se le vio participando en las celebraciones y ceremonias del Templo, que era un tipo
sospechoso al que querían matar los hombres más piadosos y observantes”. Los evangelios
narran que Jesús tuvo enfrentamientos frecuentes y muy duros con los dirigentes de la reli-
gión, hasta el extremo de que fueron ellos quienes lo condenaron a muerte, además andaba
en malas compañías, era amigo de pecadores y publicanos. Esto significa que Jesús no era
un hombre de la religión, ni su destino de gloria y éxito. "Cargar con una cruz", en la socie-
dad donde vivió Jesus, era aceptar la condición más baja que una sociedad puede adjudicar:
la de delincuente ejecutado. Jesús toleró a aquellos hombres que no acababan de fiarse de él:
hombres de poca fe. Lo que Jesús no pudo soportar es la cobardía de los que no estan dispues
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tos a seguir junto a él, que estuvo con todos, pero su preferencia fue estar con los enfermos, los
niños, los pobres, los samaritanos, personas y grupos de mala reputación. Esto supoa, en aque
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lla sociedad, renunciar de una vez para siempre a las clases pudientes. Esto nos viene a decir que
seguir a Jesús era tanto como renunciar para siempre a acceder al poder y la riqueza. Seguir a
Jesús es bajarse de toda posible gloria para identificarse con los desclasados y perdidos.
La fe que se proclama en los libros de teología, en los catecismos, en los manuales de religión
y en los documentos del Magisterio de la Iglesia, no puede llegar al fondo de la cristología. To
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do ese conjunto de doctrinas, teorías y afirmaciones de fe es insuficiente e incluso puede entra
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ñar un peligro. Las profesiones de fe y los dogmas son fórmulas muertas, vacías, es decir, in
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adecuadas cuando los contenidos que traen a la memoria no ponen de manifiesto su peligro-
sidad, cuando las fórmulas sólo sirven para el automantenimiento de la religión que las trans
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mite y para la autoreproducción de una institución eclesial autoritaria que ya no afronta la peli
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grosa exigencia de dicha memoria. Si nos fiamos de Jesús y de su forma de vivir, esto nos ten
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dría que llevar a preocuparnos por lo que Jesús hizo, cómo vivió, que fue lo que más le pero-
cupó, por qué o por quiénes se interesó. ¿Seguimos a Jesús de forma que nuestro seguimiento
viene a ser un riesgo, una amenaza en la sociedad y en la forma de vida que llevamos? ¿nos da
miedo el seguimiento de Jesús y el proyecto de vivir de acuerdo con el Evangelio?
En esta época, cuando la religión y sus prácticas están en retroceso en las sociedades más in-
dustrializadas, en la que las personas, tal como de hecho son, ya no pueden seguir siendo reli
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giosas, incluso aquellos que sinceramente se clasifican de religiosos, no ponen esto en prácti
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ca en modo alguno; para ellos, la palabra religioso se refieren a algo muy distinto". Pero es im
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portante caer en la cuenta de que la crisis afecta sobre todo a las prácticas religiosas y a la res
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petabilidad de sus dirigentes y jerarquías, pues ocurre que, al mismo tiempo, cuando las cre-
encias tradicionales y las organizaciones consolidadas esn perdiendo a sus fieles, estamos pal
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pando otro hecho que es innegable: las preocupaciones espirituales se estan propagando y los
valores éticos relativos a la justicia y los derechos de las personas se intensifican. Esto quiere
decir que la religiosidad no esta desapareciendo, sino que se está transformando, en cuanto que
se esta desplazando de lo sagrado a lo ético. En la misma medida en que decae la religiosidad
Boletín núm. 6 - 4 de mayo de 2021
tradicional la justicia, más que la pureza, se ha convertido en el medio cardinal de la salva-
ción, sea cual sea el tipo de salvación que cada ciudadano desea y por la que cada uno lucha y
se afana en su vida. Nuestra cultura y nuestra sociedad están volviendo al Evangelio, lo están
recuperando sin ser consciente incluso de ello. Ese progreso de la ética es un avance de los va
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lores del Evangelio en la sociedad, un fruto del cristianismo, pero no de la Iglesia. El autor del
libro nos recuerda que la represión violenta que ejercía la institución eclesial de la Inquisición
lo ce cuando las autoridades civiles, lo que se llamaba “el brazo secular”, dejó de colaborar
con la Iglesia en el castigo de los disidentes o herejes. Fue a partir del Renacimiento, cuando los
humanistas y los filósofos ilustrados lograron instaurar la libertad de conciencia como un dere
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cho fundamental de todo ser humano. Estas ideas que se van imponiendo en Occidente son un
fruto del Evangelio pero no se implantaron a través de la Iglesia sino en contra suya pues ella
luchó por conservar sus prerogativas y poderes.
El autor concluye diciendo que el conservadurismo ha marginado el Evangelio en la Iglesia has
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ta tal punto que muchos cristianos no nos hemos enterado de lo que Jesús realmente vivió, dijo
e hizo. Jesús fue un hombre profundamente y radicalmente religioso. Su relación continua y
constante con el Padre-Dios, y su insistente y prolongada oracion, nunca en el Templo, sino
en sitios solitarios y apartados de la gente, son testimonio de la religiosidad de Jesús.
Además, Jesús habló constantemente del Padre del Cielo y del Reino de los Cielos.
Pero, tan cierto como eso es que Jesús no centró esa religiosidad en los rituales religiosos y la
preocupación por la muerte. Pues en esto está el peligro que, para muchas personas, entraña la
religion. Porque si efectivamente la religion orienta el interés de la gente hacia el asunto de la
muerte y centra en ello el interés de la gente por la religión, es orientando el interés y ponien
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do el centro de la vida en el mas allá, lo que inevitablemente desplaza las preocupaciones de la
gente, de "esta vida" a la "otra vida". Por eso la religión puede resultar un asunto peligroso, por-
que centra nuestras preocupaciones no en mejorar y humanizar esta vida, sino en anhelar y afa-
narnos por otra vida. Una vida que se espera y supone, pero que es una promesa de la que nada
sabemos (ni podemos saber) con seguridad, mientras que tenemos cerca de nosotros millones de
personas que sufren y aguantan más de lo humanamente posible.
En la reunión se organizó la participación de manera que cada uno interviniera expresando la
enseñanza que extrajo del contenido del texto estudiado, para pasar luego a la ronda libre de
intervenciones a medida que cada uno solicitara hablar. Se vio que, en general, fue perfecta-
mente comprendido el sentido de lo que el autor del libro intenta expresar. Llamó especial-
mente la atención el aserto de que el seguimiento de Jesús implica peligrosidad y contratiem
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pos. Además ya él dijo que perseguirían a sus seguidores como le persiguieron a él. ¿Vivi
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mos su seguimiento hasta ese extremo?
Una intervención profundien el origen histórico de la marginación del Evangelio en la prá
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ctica eclesial. El hecho de que Pablo de Tarso se formara intelectualmente en el ámbito cultural
helenístico, muy conceptual, frente a la cultura judía que pone su acento en el cumplimiento de
preceptos, dio lugar a la formación de comunidades cristianas diferentes. Las de origen paulino,
que se formaron ya antes de la escritura de los textos evangélicos, y que se desarrollaron en
Occidente, quedaron más orientadas al dogma que a un plan de transformación social como
el que contemplaba la primitiva comunidad cristiana de Jerusalén, donde se compartía igua-
litariamente todo lo que aportaban todos.
Se manifestó alguna disconformidad con el aserto de que los valores del Evangelio se van impo
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niendo en la sociedad occidental aunque disminuya la religiosidad. Se supone que lo quiere de
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cir esa parte final del capítulo no es que esos valores sean dominantes en la sociedad, sino que
su implantación va avanzando, pero que esa implantación no coincide con el ámbito de lo reli
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gioso sino que se verifica al margen e incluso contra ese ámbito. Se puso de manifiesto que
la Iglesia condenó durante los últimos siglos una serie de ideas y movimientos que resultaba
que eran inspirados por el mensaje de Jesús:
Libertad, Igualdad, Fraternidad
. O como se dijo
en otra intervención: hay ateos creyentes (que cumplen la voluntad de Dios aunque no creen
el Él), y creyentes ateos (que practican el culto religioso pero no trabajan por la implanta-
ción del
Reino de Dios
). Es evidente que el mundo actual está aún muy lejos de la implan-
tación del Reino de Dios. Existen muchos y graves desequilibrios en el terreno económico y
social, hay marginación de amplias masas humanas, racismo, violencia y desigualdad de géne
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ro, agresión contra la Naturaleza que pone en peligro la pervivencia humana… pero a la vez
crece la concienciación, y no lo en Occidente, sobre toda esa problemática. Lo que José Mª
Castillo quiere decir es que esa concienciación es una asumpción de los valores del Evangelio
aunque sea de forma inconsciente por parte de quien los asume, pero que se realiza fuera de la
Iglesia y en contra de la enseñanza tradicional de ésta, pues la Iglesia condenó en su día todas
esa ideas progresistas y aún hoy no admitió en su seno la igualdad entre varones y mujeres.
Como remate de esta reflexión, se leyó al final del debate un texto del Evangelio (Mateo
25:31-46) que clarifica lo que significa exactamente el seguimiento de Jesús. Se trata del
pasaje del Juicio Final por el Jesús deja claro que se identifica con los necesitados del mun-
do: los que pasan hambre, sed, falta de salud, de libertad… y considera como un ultraje a su
persona el que se deje desatendido a ese personal. Ya fuera del debate en sí, hubo no obstan-
te ocasión de ver que entre el personal necesitado que nuestra sociedad desatiende y despre-
cia están los inmigrantes. Corremos el peligro de olvidar que si muchas personas del continen
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te africano y otros lugares afrontan el peligro y la aventura de buscarse la vida en otros paí-
ses es porque en el suyo no tenían posibilidades, y ello porque esas zonas del planeta están
siendo expoliadas en beneficio de las potencias imperialistas.
Para la próxima reunión, que será la última del curso 2020-2021, y que seguramente será tam
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bién telemática, veremos, si alguien no propone otro tema, el capítulo 7 del libro que esta-
mos estudiando. Quizá para el próximo curso podamos volver a las reuniones presenciales.
En todo caso, y con independencia de la forma de las reuniones, podemos utilizar este
boletín
para la intercomunicación de los miembros del grupo, tengan o no Internet pues también se
puede difundir de forma impresa. Por medio de él podemos intercambiar nuestros comenta-
rios sobre los temas de interés. Quienes no puedan asistir a una reunión pueden adelantar por
medio del
boletín
su intervención sobre el tema a tratar. Y se puede también difundir entre perso-
nas que estén cercanas a nuestra manera de pensar y nuestra sensibilidad sobre la problemá-
tica de la Iglesia y la sociedad.
En esta reunión de ayer algunos de los/las asistentes que intervenían expresaron que les resul-
taba muy útil e instructiva la participación en el grupo. Funcionamos según los criterios e
inspiración de la Teología de la Liberación. Las Comunidades de Cristianos de Base no son,
ni tienen que ser, una alternativa a las parroquias, pero sí son una alternativa a la forma en la
que se celebra la eucaristía en las parroquias. Otro de los asistentes a la reunión expresó lo de
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cepcionante y alienante que le resulta el culto de las misas a las que viene asistiendo última-
mente en algunas parroquias de Gijón. No le extraña que la gente se vaya alejando del culto
de las iglesias pues a él, oyendo las homilías de esas misas, aparte de la nula participación de
de los fieles en ese culto, le daban ganas de salir corriendo. En esas homilías, sin el s ni
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mo recuerdo o atención a los millones de personas que lo esn pasando mal en el mundo, se ha
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bla de gracia santificante, Magisterio de la Iglesia, dogma de la Asunción de la Virgen, y de lo
bien que lo va a pasar en el cielo nuestra alma cuando esté allí esperando el día de la re-
surreción de los muertos para reunirnos también con nuestro cuerpo, es decir, todas las ton-
terías que enseñaron a esos predicadores en el seminario en los años 50. Un culto que margi-
na el Evangelio y que no se relaciona para nada con la realidad del mundo actual.
En esta ocasión, el punto de partida de nuestra reflexión, Foro Gaspar García Laviana, fue el
hecho que observamos de los cristianos “practicantes” que van abandonando sus “prácticas
religiosas rituales” para ir engrosando el número de indiferentes, agnósticos o ateos.
Puestos a ver cuáles son las posibles causas de ello, se detectan muchas. Una es el gran
cambio cultural de la modernidad que ha hecho que las personas hayan cambiado mucho en
el modo de ser, de pensar y de comportarse. Lo vemos en nosotros mismos. La Iglesia católica
no sabe estar a la altura del momento.
Entre los cambios que se dan, algunos son extremadamente importantes: un grupo de gente se
ha despojado de la consideración cuasi mágica que tenía a la autoridad de la Iglesia y ha
decidido dar prioridad a lo que le dice su razón para enfocar el sentido de su vida, para
entender lo que es el ser humano y su deber ser. Así pues, vemos que, en la nueva etapa
cultural en la que estamos, la gente ha decidido, reafirmando su libertad, dar prioridad a lo que
le dice la razón, al margen de lo que pueda oír a la Iglesia (al Papa, a los obispos y a los curas,
que a veces asustan con las “tonterías” que alguno de ellos dice).
Teniendo en cuenta la diversidad de interpretación de la persona de Jesús de Nazaret y de su
mensaje, lo que siempre existió desde el principio del cristianismo, hoy también hemos de ver
normal que entre los seguidores de Jesús haya distintos modos de interpretarle y de ser
cristiano, distintas maneras de ser “religioso”, de vivir la relación con “Dios”, al que igualmente
hoy también nosotros, condicionados por nuestra mentalidad moderna, lo entendemos de muy
diferente manera a como veníamos haciendo, envuelto en conceptos filosóficos premodernos,
muchos de ellos incompatibles con los avances científicos.
Creemos que para que la Iglesia fuese más atrayente debieran hacerse en ella muchos
cambios, entre los más importantes señalamos estos:
Democratizarse. El ser jerárquico de la Iglesia, que haya en ella un “poder sagrado”, que
conlleva una autoridad absoluta, que no admite crítica, ni diálogo…, ello hoy es inasumible por
quien tiene una mentalidad moderna, que es lo normal en la juventud y en otros muchos que
entraron en la modernidad, que son hijos de su tiempo.
Desclericalizarse: el clero debe prepararse más adecuadamente para el mundo de hoy, deben
vivir como la gente de hoy (de un trabajo civil, con parecidos problemas a los de la gente de
hoy, en plano de igualdad dentro de la comunidad cristiana…).
Centrar el mensaje en los contenidos evangélicos, que sea nuestra principal
preocupación llevar a la práctica la vida propuesta por Jesús en ellos. El camino de Jesús,
el del evangelio, en cierto sentido, “ideológicamente”, es más sencillo, pues en él no aparecen
aún los “dogmas de la Iglesia”. Todavía no han entrado las “liturgias imperiales”, ni la “autoridad
sagrada” conferida por Dios a los jefes para obligarnos a la obediencia ciega.
El evangelio nos invita de muchas maneras concretas a “amarnos los unos a los otros” y
a anunciarlo principalmente con la vida. Por eso, este camino es más exigente, más
comprometido, pues nos sitúa en una vivencia religiosa que no es intimista, ni ritual, sino
altruista y práctica, obligándonos a abrirnos a los demás, lo que hará que nos encontremos con
muchos que necesitan nuestra ayuda, nuestra solidaridad. En nuestra vida, respondiendo a la
llamada de los demás, estará nuestro testimonio. Con ella estaremos proclamando y
ofreciendo de modo sencillo el mensaje cristiano.
Expulsado de su local y su vivienda tras 40 años al frente del bar FM de Lavapiés. Francisco Rodríguez
se enfrenta, con 83 años y una cáncer en fase de metástasis, a la expulsión de su vivienda a final de mes
después de que el edificio haya sido comprado por un fondo de inversión
Hacía seis años que Elche no vivía un desahucio con una intervención policial como la del martes, en el
que varias decenas de agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) quitaron por la fuerza a
cerca de un centenar de vecinos y activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Elx-
Crevillent, que se agolparon en un portal del barrio de Carrús para tratar de impedir el desahucio a un
matrimonio con tres hijos menores de 3, 9 y 13 años. El motivo: una hipoteca con cláusulas abusivas de
un piso que pertenece a un fondo buitre.
Los fondos de capital riesgo, más conocidos como fondos buitre, siguen haciéndose cada vez con más
pisos. Una situación que se vive día a día en todo el país, y que puede tener un impacto muy negativo
sobre los inquilinos, como se comprobó el martes en el barrio de Carrús de Elche, uno de los más grandes
de la ciudad, que destaca por su carácter trabajador y multiétnico por la incidencia de la migración.
Desahucian a un matrimonio con tres hijos menores de 3, 9 y 13 años con una hipoteca con cláusulas
abusivas de un piso que pertenece a un fondo buitre . La familia de Said, un matrimonio con dos hijos,
tiene un sustento con un sueldo precario que no llega a mileurista, con un salario de entre 800 y 900 euros
al mes para cinco personas, tres de ellas -los hijos- menores. Una tesitura que si en muchas ocasiones
poco importa a los bancos, menos aún a los fondos buitre, como ha sido el caso.
GESTIONANDO VIVIENDAS DESDE UN PARAÍSO FISCAL
Vuelta Direct Holdings es el nombre de este fondo, y tiene sede en Luxemburgo, paraíso fiscal, en la
misma calle en la que hay más de mil empresas. Cómo no, sin sede física. Porque el único motivo por el
que allí se encuentran, tanto este como multitud de compañías en este u otros paraísos fiscales, es el de
unos sustanciosos beneficios tributarios.
Aunque están muy lejos, quien gestiona sus intereses en España es Finsolutia, una Sociedad Anónima de
intermediarios financieros que tuvo en 2016 unos resultados de explotación de más de 5 millones de
euros. Una situación cada vez más habitual que hace que la PAH, que suele batirse el cobre con las
entidades bancarias a la hora de defender a familias que van a o pueden ser desahuciadas, tenga un
margen mucho más reducido para poder maniobrar. El motivo, obviamente, la distancia. Es imposible
contactar directamente con un fondo buitre que está en el extranjero, aunque puede ser más sencillo
hacerlo con su intermediario, que en este caso está en Madrid.
Vuelta Direct Holdings es el nombre de este fondo, y tiene sede en Luxemburgo, paraíso fiscal, en la
misma calle en la que hay más de mil empresas. Nada que ver, pues, con el binomio entre presión y nego-
ciación que se puede hacer a nivel local con un banco. Ante este contexto, la PAH ha estado intentando
negociar con los intermediarios, Finsolutia. Estos les dijeron hace dos o tres meses que habían presentado
una propuesta de acuerdo con toda la documentación, ingresos de Said y las cargas familiares, y que esta-
ba por debajo de las propuestas de embargo. Como explica la portavoz de la PAH, Gloria Marín, “apenas
cobra dos IPREMs (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples) para cinco miembros”.
Una propuesta que por supuesto los inversores no aceptaron. Además de que están muy lejos, lo que
impide la gestión: “Los menores les importan un comino, como a los bancos”, indica Marín. De hecho
vinieron los intermediarios a la ejecución del desahucio, “porque las imágenes de ayer no les importan; un
banco no quiere ver su imagen asociada a cosas como la de ayer”, explica Marín.La familia se había
comprado la vivienda con un precio muy inflado, por 70.000 euros, no debería valer más de 25.000 antes
de la burbuja. Hasta ahora han pagado 41.000 euros.
Por lo tanto, en el habitual último minuto de estos casos, el jefe del dispositivo de la UPR pregunta a la
comitiva judicial si se ejecuta el desahucio, pero el fondo ya había dado la orden de proceder. La portavoz
Ter García
Miembro del colectivo editor de www.diagonalperiodico.net/
y de www.elsaltodiario.com
de la PAH señala que la UPR “ya sabía lo que había, porque para echar a 100 personas hay que contusio-
nar, tener heridos; para que el fondo pueda tener el piso vacío y especular con él”. De hecho, fueron varias
personas las que sufrieron contusiones y morados, y alguna la que tuvo que recibir atención médica.
En cualquier caso, una decisión fácil la de echar a una familia cuando el único interés que importa es
el del dinero. Y más si no hay por qué presenciar la escena. En cualquier caso, los números hablan por
solos: la familia se había comprado la vivienda con un precio muy inflado, por 70.000 euros, cuando la
misma no debería valer más de 25.000 antes de la burbuja. Hasta ahora han pagado 41.000 euros, por lo
que el fondo buitre ha dejado en la calle a esta familia con una deuda de unos 18.000 euros. Además, “la
hipoteca era malísima, con cláusulas abusivas”, esgrime Marín.
LA DIFÍCIL DEFENSA ANTE UN FONDO BUITRE
Otro aspecto que dificulta la lucha contra estos fondos buitre es que quedan fuera del código de buenas
prácticas, no vinculante, que había propuesto el Gobierno de Mariano Rajoy para los bancos. Así pues, no
se puede intentar negociar ningún alquiler social o condonación de la deuda, que de todas formas no
estaba en este código. Así pues, la familia se queda sin vivienda, en la calle, y con una deuda de 18.000
euros. Lo que supone que en el caso de que tengan algún bien, este se les podrá embargar. Es decir,
primero se destinará una cantidad a pagar la deuda y después a la familia. Asimismo, los intermediarios,
Finsolutia, les facilitarán la entrada al piso para que saquen sus pertenencias.
Como apunta Gloria Marín, ya habían tenido algún caso similar con una financiera comprada por fondos
australianos, aunque había habido retrasos y finalmente no hubo intervención policial porque no acabaron
de lanzar. Los casos que van llegando de los bancos la PAH los está resolviendo todos con soluciones
como alquiler social o moratoria. Pero los que más se están haciendo son los de particulares, y ahí la PAH
no interviene, pero son situaciones peores y sin alternativa habitacional.
Asimismo, el caso de Said no es de los peores, tiene un trabajo estable desde hace años en una empresa de
jardinería. Desde la PAH creen que no tendrá problemas para encontrar otro alquiler. Sin embargo,
posiblemente esa condición laboral es la que hace que el Ayuntamiento no les haya otorgado una ayuda
para subvencionar el alquiler porque, según este, no reunían los requisitos.
Desde la plataforma pusieron el caso hace meses en conocimiento de Bienestar Social, porque la principal
dificultad no es no poder pagar un alquiler, sino el adelanto de los tres primeros meses que se suele hacer
-de ahí las ayudas-. Además, la concejal del área, Tere Macià, aseveró que no tenían constancia del lanza-
miento hipotecario y que a la PAH le interesaban estas situaciones le convenían. Por la noche, ante el re-
vuelo generalizado, el alcalde de la ciudad, Carlos González, intentaba apagar el fuego ofreciendo una vi-
vienda de emergencia hasta que encontrasen una alternativa habitacional, a lo que la PAH ha respondido
que si tiene viviendas sociales, por qué no se las da a las familias que van al Consistorio cada semana.
FONDOS CADA VEZ CON MÁS PROPIEDADES
Con todo, cabe preguntarse cómo un fondo buitre puede llegar ahora a influir sobre una familia de Carrús,
s allá de su objetivo inherente de especular. La respuesta es sencilla: la Unión Europea, fruto de la
burbuja inmobiliaria que aún acarrea casos de toda índole, quiere que los bancos dejen de exponerse al
ladrillo, vistos los resultados.
Ha dado directrices para que los bancos se deshagan de sus parques inmobiliarios, por lo que muchas
viviendas las están vendiendo a estos fondos de capital riesgo, los ‘buitres’. A veces, incluso se venden a
sociedades de las que los propios bancos forman parte. Por lo tanto, sea extranjero o español el fondo, la
obligación del banco y todo lo que acarreaba, como la insuficiente foto de cara a la galería que fue el
código de buenas prácticas, se acaba. Todos los derechos que se pudieran establecer a los deudores de
banco se pierden”, explica Marín. “Y esta situación avanza a pasos acelerados”, añade.
En los últimos 17 días la plataforma de Elche ha tenido seis desahucios, y el día del de Said había tres. De
hecho, desde la PAH auguran que van a llegar muchos más casos como este con fondos buitre, que por
cierto ha sido en el aniversario del 15-M, movimiento vital para la consolidación de la plataforma. En
cualquier caso, de buitres o de particulares, los desahucios siguen estando a la orden del día. En los últi-
mos 17 días, la plataforma de Elche ha tenido seis desahucios, y el día del de Said había tres, aunque los
otros se han parado o aplazado. Como dice Marín, “los que llegan a la PAH y son de bancos se resuelven
todos, pero hay muchos desahucios de particulares, y son de gente que no viene a la plataforma. Son des-
ahucios silenciosos”. Mientras ese silencio no se rompe, de momento, la PAH tiene en la mesa ese reto: ver
cómo se puede amoldar o enfrentar a estos fondos buitre sin rostro que traspasan fronteras sin inmutarse.