S
S
S
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L
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I
I
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D
D
A
A
A
D
D
D
Para la próxima reunión de nuestra Comunidad de
Cristianos de Base
, que se convoca para
el próximo lunes, día 13, a las 18:00 h. y que tendrá lugar en los locales de la Cocina
Económica, se acordó tratar el tema de la Sinodalidad, del Sínodo convocado para el mes
de octubre de 2023. Los obispos se reunirán en esa ocasión para tratar el tema:
‘Por una
Iglesia sinodal: co
m
unión, participación y
m
isión’,
a convocatoria del papa Francisco
.
E
l tér
m
ino
“sinodalidad” significa “ca
m
inar juntos”. Es un concepto que tuvo alguna aplicación práctica,
aunque muy restringida, como luego veremos. El papa
F
rancisco, ha
m
anifestado
m
uchas
veces la i
m
portancia que tiene el que el
O
bispo de
R
o
m
a, los obispos, los pastores, los reli-
giosos y el conjunto de los bautizados laicos avancen juntos y de la mano:
‘El camino de la
sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio’
.
A
parece el docu
m
ento eclesial por el que se convoca el
S
ínodo en Internet, en la dirección:
https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/cti_documents/rc_cti_20180302_sinodalita_sp.html#
S
egún ese texto,
desde los primeros siglos se designan con la palabra “nodo” las asambleas ecle-
siásticas convocadas en diversos niveles (diocesano, provincial o regional, patriarcal, universal)
para discernir, a la luz de la Palabra de Dios y escuchando al Espíritu Santo, las cuestiones
doctrinales, litúrgicas, canónicas y pastorales que se van presentando periódicamente
.
Es curioso y significativo el hecho de que el tema del Sínodo sea el concepto mismo de la
Sinodalidad, es decir una asamblea para debatir el concepto mismo de asamblearismo. El
hecho de que el Concilio Vaticano II pretendió la pro
m
oción de la co
m
unión eclesial, de la
colegialidad episcopal, de la conciencia y del ejercicio sinodal… denota que ese asa
m
blea-
ris
m
o eclesial había faltado total
m
ente durante siglos
. E
so, y ta
m
bién el hecho de que actual-
m
ente se esté publicando en los
m
edios infor
m
ativos abundante
m
aterial sobre el
S
ínodo y la
Sinodalidad indica que la práctica de ese asamblearismo fue
m
uy escaso y restrictivo en la
institucn eclesial hasta el punto que
m
uchos calicos no sepan de qué va ese tema.
L
o entendere
m
os
m
ejor si considera
m
os que ese concepto es en la Iglesia el equivalente al
concepto de
m
ocracia en la sociedad laica
. S
e trata de la participación de los
m
ie
m
bros de un
colectivo en los asuntos que atañen al conjunto del colectivo, así de si
m
ple.
Y
ahora vere
m
os
que co
m
o
m
ie
m
bros de la Iglesia tene
m
os en esta institución
m
uchos
m
enos derechos de los que
tene
m
os co
m
o ciudadanos en la sociedad laica.
V
ea
m
os la nor
m
ativa de funciona
m
iento de los
procesos sinodales y conciliares que prescribe el
Código de Derecho Canónico
: El Concilio y
el Sínodo de obispos…
está sometido directamente a la autoridad del Romano Pontífice, a
quien corresponde:
1 convocar el sínodo, cuantas veces le parezca oportuno, y determinar el lugar en el que
deben celebrarse las reuniones;
2 ratificar la elección de aquellos miembros que han de ser elegidos según la norma del
derecho peculiar, y designar y nombrar a los demás miembros;
3 determinar con la antelación oportuna a la celebración del sínodo, según el derecho
peculiar, los temas que deben tratarse en él;
4 establecer el orden del día;
5 presidir el sínodo personalmente o por medio de otros;
6 clausurar el sínodo, trasladarlo, suspenderlo y disolverlo.
Boletín núm.
1
4
-
2
de
d
i
i
embre
de 2021
Además, la asamblea está integrada exclusivamente por obispos, a los que se añade algunos
miembros de institutos religiosos clericales con rango equivalente al episcopal. Cuando el
Romano Pontífice clausura la asamblea del sínodo de los Obispos, cesa la función que se le
haa confiado.
L
a asa
m
blea del sínodo queda suspendida
ipso iure
, cuando una vez convocada
o durante su celebración, se produce la vacante de la
S
ede
A
postólica; y asi
m
is
m
o se suspende la
función confiada a los
m
ie
m
bros en ella, hasta que el nuevo
P
ontífice declare disuelta la asa
m
blea
o decrete su continuación.
P
ero sobre todo, hay que añadir que las decisiones del sínodo o
concilio pueden o no ser aceptadas y aplicadas por el papa, o por el obispo convocante en el
caso de los sínodos diocesanos. De hecho, en el caso del Concilio Vaticano II se excluyó a
priori entrar en la te
m
ática del dog
m
a y de la estructura jerárquica, y el papa
P
ablo
VI
detrajo
de la temática conciliar el asunto del celibato eclesiástico. Además muchas disposiciones de
este concilio quedaron suspendidas durante los dos papados anteriores al actual.
L
a convocatoria
del próximo sínodo es una decisión del papa Francisco intentando corregir esa anomalía.
O
sea que los concilios y los sínodos no son asa
m
bleas decisorias sino consultivas.
L
a Iglesia
es esencial
m
ente autoritaria, y el papa tiene un rol de
m
onarca absolutista. Si lo co
m
para
m
os
con el funcionamiento de la sociedad civil, es como si un rey pudiera convocar y descon-
vocar a voluntad el Parlamento, imponerle qué temas podría tratar o no, y aceptar o no las
decisiones de los parlamentarios, que además no serían elegidos por los ciudadanos sino
por el rey mismo, como ocurre con los obispos que son elegidos por el papa.
Véase la curiosa contradicción que se da el siguiente párrafo del documento eclesial cuya
dirección indicamos más arriba:
Una Iglesia sinodal es una Iglesia participativa y corresponsable. En el ejercicio de la sinoda-
lidad está llamada a articular la participación de todos, según la vocación de cada uno, con la
autoridad conferida por
C
risto al
C
olegio de los
O
bispos presididos por el
P
apa.
L
a participación
se funda sobre el hecho de que todos los fieles están habilitados y son llamados para que cada
uno ponga al servicio de los demás los respectivos dones recibidos del Espíritu Santo. La auto
-
ridad de los Pastores es un don específico del Espíritu de Cristo Cabeza para la edificación de
todo el Cuerpo, no una función delegada y representativa del pueblo.
Por una parte dice que “la Iglesia sinodal es participativa y corresponsable”… …”llamada a
articular la participación de todos”, y después habla de una “autoridad conferida por Cristo
a los obispos y el papa”… autoridad que no es una función delegada y representativa del
pueblo”. Y para más confusión, añade luego que:
La distinción entre voto deliberativo y voto
consultivo no debe llevar a una infravaloración del parecer y de los votos emitidos en las
diversas asambleas sinodales y en los diversos consejos
. En nombre de una autoridad que
pretende haber recibido de Cristo, la jerarquía eclesial convoca asambleas de las que está
excluida la base eclesial y cuyas decisiones pueden o no ser aceptadas por la autoridad
convocante. No es extraño que los laicos no hayamos oído ni una palabra en las parroquias
sobre las 29 Asambleas del Sínodo de Obispos que se dice han tenido lugar desde 1965.
S
e dice que en los últimos os, el papa
F
rancisco ha querido dotar de una nueva di
m
ensn al
S
ínodo de los Obispos, i
m
plicando a todo el
P
ueblo de
D
ios: no solo obispos, sino sacerdotes,
religiosos/as, laicos, hombres y mujeres de todas las edades. El hecho de que el tema del
sínodo convocado sea precisa
m
ente la sinodalidad, ¿significa que la institución se va a
examinar a misma y revisar la nor
m
ativa de las asa
m
bleas sinodales y conciliares, y todo
el funcionamiento interno para de
m
ocratizarlo
? S
e percibe en algunos á
m
bitos eclesiales
esperanza a ese respecto. En este número del boletín incluimos algunos artículos que
parecen indicar eso. La credibilidad de la Iglesia Católica está muy dañada y no puede
permitirse otro fracaso en este terreno.
Seguimos en el camino de la Asamblea Eclesial de
Arica Latina y El Caribe” que fue inaugurada en enero de
este año y tendrá su realizacn presencial en ciudad de
xico del 21 al 28 de noviembre en xico (también se
participa a virtual). Actualmente se está en la fase de
escucha que culmina el próximo 30 de agosto.
Por recordar algo para quienes no han seguido este evento, la
iniciativa de esta Asamblea fue del papa Francisco quien,
ante la petición de la Conferencia Episcopal Latinoamericana
(CELAM) de celebrar la VI Conferencia (recordemos que la V
fue la de Aparecida en 2007), propuso que en su lugar se
celebrara una Asamblea Eclesial porque le parecía que
poda ser más acorde con la idea de una Iglesia sinodal -
sen lo que Él mismo ha dicho sobre lo que tiene que ser la
Iglesia del tercer milenio-, para que el laicado y la vida
religiosa pudiera participar en pie de igualdad con los obispos.
Quienes están implicados en esa tarea, están muy
entusiasmados y esperan que, de verdad, el espacio de
escucha sea aprovechado y que muchos participen -sea a
nivel personal o grupal-, dejando sus reflexiones en la gina web de la Asamblea,
donde hay espacio para ello.
Personalmente he participado de algunos encuentros, organizados por diferentes
movimientos laicales o de vida religiosa, con la intencn de tratar algunas temáticas y
así realizar un aporte que recoja el sentir de s personas. Creo que esos
encuentros han sido ricos en sus reflexiones y anima ver mo hay confianza de
que “algo” va a cambiar en la Iglesia. Yo quiero que así sea, espero que a sea,
confío que así sea.
Pero al mismo tiempo, tengo temores letimos porque todavía veo que los que
s participan son los grupos “establecidos en la dinámica eclesial y sus
aportes van en la línea de lo conmente aceptado. Aún, me parece, que no
encontramos los mecanismos adecuados para que los que no están en la
Iglesia o los que la dejaron por alguna ran, participen activamente diciéndonos
lo que ven desde su posición. Esa sería una “escucha” muy valiosa porque
entendeamos mejor por dónde van los desaos actuales -no desde el horizonte
religioso que vivimos- sino desde el mundo tal como él es ynde, sin duda, Dios
habita, habla y nos interpela.
Pero tambn desde los que participamos activamente sea muy interesante que
nos hiciéramos preguntas hondas y desafiantes. Pero no lo he visto demasiado ni
en los encuentros en que he estado, ni en los foros que se han propuesto en la página
web de la
A
samblea.
E
n estos últi
m
os he leído algunas intervenciones desde el horizonte
Olga C
onsuelo Vélez
Caro
es
una teóloga feminista, colo
m
-
biana, profesora de la
U
niversi
-
dad Javeriana de los jesuitas
de
B
ogotá.
A
utora, entre otras
obras, de "
Teología y mujer.
Una reflexión necesaria para
una fe incluyente
", en cuya pre
-
sentacn explica que, a veces,
la jerarquía quiere co
m
parar a
las
m
ujeres con
M
aa, para que
sigan sometidas en la Iglesia.
Y denuncia la "mente coloni
-
zada" por el machismo y el
clericalismo.
de “conservar” lo que siempre fue así y de lamentarse por el mundo perdido y peca-
dor” que rechaza a la Iglesia.
E
n los encuentros, aunque se han convocado con te
m
as
de actualidad, se percibe que falta
m
ucho para una conciencia crítica que pro
m
ue-
va y pida que se haga realidad un ca
m
bio de
m
odelo eclesial, un fin del clerica-
lismo, una participación plena del laicado y, especialmente, de las mujeres, etc.
En este sentido quiero recordar lo que dice el documento de la Comisión Teológica
Internacional sobre la sinodalidad: un modelo de Iglesia sinodal implica a los sujetos,
las estructuras, los procesos y los acontecimientos sinodales.
El que implique a los sujetos supone que revisemos a fondo el clericalismo que
marca nuestra iglesia actual y se señalen formas, actitudes, estructuras que lo
mantienen, buscando caminos que lo transformen. Y, por parte del laicado y vida
religiosa supone que nos apropiemos de la participacn plena a la que
tenemos derecho. Y por plena me refiero a que tengamos “voz y voto”en los
niveles de decisión. A este nivel hay mucha confusión en las mismas personas
porque cuando se plantean estas demandas, muchos salen a defender diciendo
que a ellos nunca les han impedido “servir” en la Iglesia y que “de hecho” el laicado y,
especialmente las mujeres, organizan y llevan adelante la pastoral eclesial. Y, sí, eso
ocurre en la mayoría de los casos. Pero una cosa es servir y hacer y otra cosa es
pensar, planear y dirigir. Las dos cosas son necesarias y han de ser ejecutadas -sin
ninguna exclusión- por todos los miembros del Pueblo de Dios, a los que la
dignidad del bautismo, les hacesacerdotes, profetas y reyes”, en sentido pleno.
Sobre las estructuras eclesiales se necesita repensar a fondo este
m
odelo eclesial
centrado en el clero, en la parroquia, en el obispo, en el papa, etc
. Y
a es hora de pro
-
poner
m
odelos
m
ás circulares, donde hasta externa
m
ente se vea que en la iglesia no
hay diferencia entre quien es juo y griego, esclavo y libre, varón y mujer (l 3, 28).
Sobre los procesos sinodales, es muy valioso este proceso de escucha que la
Asamblea Eclesial está propiciando. Pero la difusn para que más gente participe, no
ha sido suficiente y queda ver cómo se recogen los aportes y q papel jugarán en la
realización de la Asamblea. En el nodo de la Amazoa hubo tambn una
participación valiosa pero no sé si se “escuchó” en verdad el sentir del pueblo de
Dios, al menos en lo que respecta a las mujeres. La Exhortación “Querida
Am
azonía” fue
m
uy contraria en este últi
m
o punto, a lo pedido insistentemente.
F
inal
m
ente, los aconteci
m
ientos sinodales sen los que
m
uestren si, en verdad, se
co
m
ienza a proceder de
m
anera diferente en la Iglesia para hacerla verdade-
ramente sinodal. Me parece que la Asamblea Eclesial, siendo un espacio valioso, no
tiene la categoa de una Conferencia o de un Sínodo. ¿Tend repercusión dicha
Asamblea? Y ¿cndo se propondrá unacontecimiento sinodal” que de verdad
incluya al laicado en su seno para testimoniar que la Iglesia apuesta por un
modelo de Iglesia sinodal? Es lo que hay que seguir pidiendo, empujando,
proponiendo. Tal vez aln día, el Esritu, que nos sigue inquietando a muchos de
los que amamos a la Iglesia y a otros que, habiéndola dejado, tienen razón en las
críticas que hacen, sea escuchado con todas las consecuencias y no nos
contentemos con pequeños pasos que, siendo necesarios, no son suficientes
para la renovación eclesial que con tanta urgencia este tiempo exige, si no
queremos que el éxodo de tantas personas siga creciendo.
Sinodalidad y América Latina podrían ser consideradas dos caras
de una misma moneda. No es por acaso que la busca de esa
Iglesia sinodal, una idea nacida en el Concilio Vaticano II, esté
dando pasos decisivos con la llegada a la sede de Pedro del primer
papa latinoamericano.
La Iglesia de América Latina y el Caribe siempre vio la aplicación
del
V
aticano II como un desafío a ser enfrentado.
N
o en vano, sólo
tres años después de la clausura del último concilio, celebró
Medellín, que, salvando las distancias, puede ser considerado un
pequeño concilio continental. Con el paso de los años, el Celam,
con más o menos impulso, fue avanzando en este camino de la
sinodalidad. La última novedad fue la convocatoria de la Asamblea
Eclesial de América Latina y el Caribe.
Sobre la relación entre sinodalidad y la Asamblea Eclesial ha
reflexionado Birgit Weiler, quien destacaba este hecho como fruto
de “esfuerzos en la Iglesia de Latinoamérica y El Caribe para lograr
cada vez más un caminar realmente en comunión, pueblo de Dios
caminando juntos”. A lo largo de las Conferencias Generales del
Episcopado, la Iglesia de América Latina y el Caribe fue recono-
ciendo “la necesidad de una conversión profunda como Iglesia para superar la exclusión
de los pobres”, buscando una Iglesia de comunión.
La teóloga alemana, misionera en Perú, es una de las ponentes en el Seminario Virtual
“La renovación eclesial en clave sinodal y ministerial”, que se está celebrando de 7 a
10 de septiembre, convocados por el Grupo Iberoamericano del Boston College. En su
intervención destacaba que “la opción por los excluidos y descartados, por las personas en
las periferias debe ser una característica fundamental de una Iglesia sinodal”. La religiosa
ha ido haciendo un recorrido histórico, destacando los elementos que han llevado a la
Asamblea Eclesial, que considera “parte del camino hacia el Sínodo de Obispos en 2023
sobre el tema de la sinodalidad”.
Con la Asamblea Eclesial se hace realidad la participación de todo el pueblo de Dios,
que busca “discernir juntos, guiados por el Espíritu, la voluntad de Dios para nuestra Iglesia
latinoamericana”, afirma la hermana Birgit. La religiosa destaca como algo elemental el Pro-
ceso de Escucha, un elemento muy presente en el Sínodo para la Amazonía, donde fue
perito, que supuso un avance para que la práctica la sinodalidad sea reconocida como
una dimensión constitutiva de nuestra Iglesia
”, superando el clericalismo y autoritarismo.
S
egún
B
irgit
W
eiler, con la
A
sa
m
blea
E
clesial esta
m
os ante un
m
o
m
ento de gracia “para avanzar
en el ca
m
ino hacia una Iglesia plena
m
ente sinodal
”, siguiendo “los aprendizajes e inspiracio
-
nes del
S
ínodo de la
Am
azonía” y el
m
étodo ver, ilu
m
inar y actuar, a lo que une el escuchar. En
ese sentido, la tloga ha destacado la creatividad en e
l P
roceso de para facilitar que en diver-
sos
m
odos se recojan las
voces de personas en las periferias
”, así co
m
o el esfuerzo del
C
ela
m
para “que haya una
representación proporcional
de los diversos sectores de nuestra Iglesia”.
E
l
E
spíritu tiene un papel funda
m
ental en el proceso sinodal, así como dejar ats nuestros ape
-
gos y abrirse al
sensus fidei
, escuchar de
m
anera continua, continuar los procesos aplicando
los frutos de la
E
scucha, sostiene Birgit Weiler. La teóloga reflexionaba sobre el
concepto de
autoridad
, que no tiene solo un carácter jurídico, reconociendo la i
m
portancia de los
aportes
del pueblo de
D
ios
, ta
m
bién de las
m
ujeres
, cuyo papel en la Iglesia debería ser incre
m
entado.
En ese sentido, reflexionaba sobre el manejo del poder en nuestra Iglesia, que tiene que ser
entendido desde el servicio, desde una relación de igual a igual, desde la abertura a
nuevos ministerios y mayor participación de todos los fieles en la misión de la Iglesia. Ese
es el camino de la conversión eclesial, citando palabras del Papa Francisco, buscando,
según Weiler, un camino que lleve a superar el clericalismo y a colaborar con gozo a
generar una cultura sinodal en nuestra Iglesia”.
L
a teóloga
m
isionera
m
édi
-
ca,
Birgit Weiler
, partici
en el
S
eminario virtual “
L
a
renovación eclesial en cla-
ve sinodal y
m
inisterial” y
co
m
partió su
m
irada sobre
la
A
sa
m
blea
L
atinoa
m
erica-
na, recogida en
el presente
artículo.
El obispo de Jujuy y miembro de la Comisión designada por la Conferencia
Episcopal Argentina (CEA) que animará en el ámbito local el camino sinodal
2021-2023, monseñor César Daniel Fernández, destacó las particularidades
del Sínodo de la Sinodalidad convocado por el papa Francisco.
"Este Sínodo de Obispos es novedoso porque el Papa quiere una mayor
partipación y nos ha puesto a todas las diócesis a entrar en este estado de
discernimiento, de diálogo, para que podamos producir un acontecimiento
acá, donde estamos, desparramados a lo largo y a lo ancho del mundo, para
que toda la Iglesia esté en este movimiento sinodal", precisó en decla-
raciones al programa Claves para un Mundo Mejor.
El prelado jujeño explicó que la sinodalidad significa "caminar juntos. El Papa
quiere que entre todos hagamos este camino que la Iglesia va recorriendo,
sembrando el Reino de Dios entre los hombres, y que se haga con el
caminar de todos los bautizados".
"Todos tenemos que tener voz, todos nos tenemos que poner a la escucha
del Espíritu Santo para ver qué es lo que el Espíritu le pide a la Iglesia en
estos tiempos que vivimos como misión evangelizadora. Nos pone a todos en
diálogo, tratando de escucharnos, de no desperdiciar ninguna voz, ningún
aporte", planteó.
Monseñor Fernández especificó que "el Papa insiste en que le demos voz a
los que menos la tienen, a los que están más alejados, a los pobres, a los
que pueden estar en las periferias, para que, juntos, con la acción del Espíritu
Santo y de una escucha atenta de unos con otros, podamos discernir los
caminos que la Iglesia tiene que recorrer para que este caminar juntos no sea
solamente una frase que se declama, sino un camino que vamos haciendo
como lo muestra el logo del Sínodo".
"Hay que salir de la comodidad, hay que salir del piloto automático, para
entrar en este proceso por el cual se comienza, y es hermoso que el Papa
insista tanto en eso, que comienza con la oración y al alcance del Espíritu
Santo", añadió.
"Hay que estar dispuestos a dejarse sorprender, a dejarnos llevar por el
Espíritu. No nos pongamos a la defensiva, no nos aferremos a la comodidad
de lo que estamos haciendo, sino demos un cheque en blanco al Espíritu
Santoa para que nos lleve a hacer la voluntad de Dios y nos lleve por los
mejores caminos de la misión como ha hecho desde la Iglesia primitiva
llevando a los apóstoles a los horizontes misioneros para que todos estén
incluidos", concluyó.
La Iglesia gala se abre en canal para erradicar esta lacra, los obispos por-
tugueses anuncian que se sabrá toda la verdad... sólo Italia y España siguen
sin abrir investigación alguna, ni permitir que nadie lo haga. ¿Por qué?
La reacción de la Iglesia francesa tras la publicación del informe 'Sauvé'
contrasta con la inacción absoluta de la Iglesia de nuestro país, que sigue
negando que en España exista un problema de abusos
Son 330.000 víctimas a lo largo de los últimos 70 años. Muchos, la gran mayoría, han muerto,
pero otros miles siguen vivos, y exigen una respuesta por parte de la Iglesia. Son las víctimas del
horror de la pederastia en la Iglesia católica francesa, destapada hace un mes tras la publicación el
'informe Sauvé'. Ahora, los obispos galos han anunciado que venderán propiedades de las diócesis
para pagar las indemnizaciones de los supervivientes. Una cantidad, que no se ha precisado, pero
que se intuye millonaria. Mientras tanto, la Iglesia española continúa negándose a permitir una
investigación para medir el alcance real de los abusos en nuestro país.
"Se ha cometido mucho daño y debe ser asumido para liberar a los que lo han sufrido y a nuestra
Iglesia", afirmó este lunes el presidente de la Conferencia Episcopal francesa, Eric de Moulins-
Beaufort, tras la reunión mantenida durante una semana, por los obispos en Lourdes, y que
finalizó con una oración en la que los 120 obispos católicos se arrodillaron para pedir perdón ante
representantes de las víctimas. De los gestos, se pasa a las soluciones. Si es que es posible cierta
reparación para las víctimas del horror clerical.
Sin tocar el dinero de los fieles
Los obispos franceses han creado un 'Fondo de Compensación' para las víctimas de abusos
sexuales, que nutrirán con la venta de aquellos bienes muebles e inmuebles que posean las
diócesis, y la misma Conferencia Episcopal. Todo para compensar a los supervivientes de los
abusos (se estima que más de 3.000 depredadores sexuales camparon a sus anchas en la Iglesia
francesa durante décadas). Si no es suficiente, añadió el Episcopado galo, se pedirán créditos. Lo
que no se hará será tocar los fondos aportados por los fieles al sostenimiento de la Iglesia. Así, los
obispos han acordado no utilizar el dinero proveniente de las donaciones de los católicos franceses
para el fondo de compensación para las víctimas de abusos sexuales.
"No utilizaremos las donaciones de los fieles. Todos los obispos han aceptado identificar en sus
diócesis los bienes de los que se puedan deshacer. También hemos decidido, si hace falta, firmar
un préstamo para cumplir con nuestras obligaciones" sostuvo Moulins-Beaufort, quien reconoció
la "dimensión sistémica" de los abusos y la responsabilidad, civil y moral, de la Iglesia en su
conjunto.
El encuentro episcopal de Lourdes se cerró con el compromiso de elaborar una auditoría externa
de las "células de escucha" de las víctimas, la creación de un tribunal canónico nacional, que
entrará en funcionamiento el próximo mes de abril y que sancionará, también con penas
eclesiásticas, a aquellos responsables católicos que hayan abusado de menores o protegido a
pederastas, y la firma de un protocolo de actuación con las fiscalías francesas. Una asamblea
extraordinaria, en junio, analizará los avances registrados "Se ha cometido mucho daño y debe ser
asumido para liberar a los que lo han sufrido y a nuestra Iglesia", finalizó el presidente de los
obispos franceses.
Como se recordará, el 'informe Sauvé' destapó que, desde 1950 a la actualidad, ha habido entre
2.900 y 3.200 curas pederastas (el 2% del clero a lo largo de estos 70 años), que llegaron a abusar
de 216.000 personas. Si sumamos los abusos en colegios o instituciones católicas, el drama se
eleva a las 330.000 víctimas.
Toda Europa... menos Italia y España
Junto al paso adelante de la Iglesia francesa, los obispos portugueses también se han
comprometido a llevar a cabo una investigación interna para averiguar "la verdad histórica" sobre
los abusos sexuales cometidos en el seno de la institución, así como proteger a las víctimas y
evitar que se produzcan más casos, tal y como anunció este lunes el obispo de Setúbal y
presidente de la Conferencia Episcopal lusa, José Omelas.
Una práctica que ya es habitual en todos los episcopados europeos, desde Polonia a Reino Unido,
pasando por Alemania, Austria, Holanda o Suecia. De los países de nuestro entorno, sólo Italia (el
país donde vive el Papa Francisco) y España se niegan a elaborar una investigación o a permitir
que una auditoría externa tenga acceso a sus archivos diocesanos o de congregaciones para hacer
memoria de los abusos en la Iglesia de nuestro país. Apenas jesuitas, salesianos o legionarios de
Cristo han apuntado los resultados de sus informes, aunque sin dar los nombres de los abusadores.
En cuanto a la Conferencia Episcopal, la tesis oficial es que no vamos a hacer seguramente de
manera proactiva un programa de investigación general”, según apuntó, hace ahora un mes, el
portavoz de la CEE, Luis Argüello.
El paso más cercano hasta la fecha han sido las declaraciones del cardenal de Madrid, Carlos
Osoro, en El Objetivo de Ana Pastor, subrayando que "las víctimas son sagradas" y mostndose
dispuesto a ir hasta el final para erradicar los abusos en el seno de la Iglesia. Sin embargo, la
realidad es que los obispos españoles sólo reconocen 220 casos de abusos en las últimas dos
décadas, según las cifras oficiales remitidas desde la Congregación para la Doctrina de la Fe de
Roma. No hay en marcha, ni prevista, investigación alguna sobre la magnitud de la pederastia en
la Iglesia española, que se sigue negando a que el horror desvelado por el 'Informe Sauvé' pueda
extrapolarse a España. "Las denuncias han sido mínimas en este último año", subrayaba Argüello,
sin advertir que, en la práctica, ni siquiera las llamadas Comisiones Antiabusos diocesanas saben
en qué consiste, realmente, su trabajo.
Pescadores de niños
Mientras tanto, los abusos de uno de los sacerdotes más famosos de la España de finales del
Franquismo, el compositor Cesáreo Garabáin (autor entre otras, de 'Pescador de Hombres' o de 'La
muerte no es el final', el himno que se canta cada 12 de octubre recordando a los militares caídos
en acto de servicio) siguen trayendo cola. Esta semana, el Arzobispado de Los Ángeles (EEUU),
se convertía en la primera diócesis del mundo en prohibir el uso de las canciones del clérigo en
iglesias, catequesis o colegios. En España, los obispos lamentaron que este tipo de denuncias
provoquen "una segunda muerte" para los acusados. "
Hay que distinguir las personas, porque si no de alguna forma está volviendo una especie de pena
de muerte para determinado tipo de delitos, pena de muerte a muertos, además”, recalcaba
Argüello, sin pensar, tal vez, en la eterna condena de quienes sufrieron abusos en su niñez por
parte de clérigos y que, años después, siguen sin encontrar respuesta en la Iglesia que debía
protegerles.