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Para la reunión de diciembre de nuestro grupo de Cristianos de Base, que tuvo lugar
el pasado lunes día 11, tuvimos que volver al sistema telemático por el agravamiento
de la incidencia de la pandemia. El tema a tratar era el de la Sinodalidad, en el marco
del proceso iniciado por la convocatoria del papa Francisco
‘Por una Iglesia sinodal:
comunión, participación y misión’
. Por el mero anterior de este boletin, aportando
documentación sobre el tema se sugirió el documento de la
COMISIÓN TEOLÓGICA
INTERNACIONAL:
LA SINODALIDAD EN LA VIDA Y EN LA MISIÓN DE LA IGLESIA
,
al que se puede acceder en Internet a través de la dirección:
https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/cti_documents/rc_cti_20180302_sinodalita_sp.html#
y se añadía algún comentario sobre el mismo, mostrando alguna contradicción, ya que
por una parte dice que “la Iglesia sinodal es participativa y corresponsable”lla
m
ada a
articular la participación de todos”, y después habla de una “autoridad conferida por
C
risto a los obispos y el papa”… autoridad que no es “una función delegada y represen
-
tativa del pueblo”. En el
m
is
m
o nú
m
ero del
bolen
se inclan varios textos sobre el te
m
a,
que mostraban que la convocatoria sinodal estaba suscitando bastante interés.
P
osterior
m
ente, y antes de la reunión, se envió a los
m
ie
m
bros del
grupo
otros
dos textos
sobre el tema.
U
no de ellos era un artículo de
B
enja
m
ín
F
orcano, titulado:
RECUPERAR
LA SINODALIDAD DEL PUEBLO DE DIOS
-
Una reforma eclesial en clave sinodal
,
que se puede ver la en Internet en la página de
REDES CRISTIANAS
, en la dirección:
http://www.redescristianas.net/recuperar-la-sinodalidad-del-pueblo-de-diosbenjamin-forcano/
Por ese texto, Forcano hace un análisis histórico del proceso de degradación de la
práctica sinodal en la Iglesia desde el siglo III. El otro texto, titulado:
REFLEXIONES
SOBRE LA SINODALIDAD
, fue elaborado por un
m
ie
m
bro de nuestro grupo y publicado
en las páginas web de
REDES CRISTIANAS
y el
FORO GASPAR GARCIA LAVIANA
,
en las direcciones: http://www.redescristianas.net/reflexiones-sobre-la-sinodalidad/ y
https://forogasparglaviana.es/JFAUSTINO%20CASTA%C3%91O/reflexiones%20sobre%20la%20sinodalidad.doc
Boletín núm.
15 - 15
de diciembre de 2021
En la reunión se informó que dos días antes, el bado a 11, tuvo lugar en un templo de
Gijón una asamblea pública por el que se ponía en marcha el proceso sinodal diocesano
en nuestra ciudad. Asistió a ese encuentro un miembro de nuestro colectivo que pudo
informarnos sobre el mismo y sobre los siguientes pasos del proceso.
Las diversas intervenciones en el debate sobre el Sínodo que se está emprendiendo oscilan
entre la desconfianza y la esperanza. Desconfianza sobre el desenlace del proceso sinodal,
es decir, el temor de que los pasos que se están dando se queden sólo en el cumplimiento
de una formalidad y no se llegue a algo efectivo. En una de las intervenciones se dijo que
el documento eclesial (se refiere al mencionado texto de la
COMISIÓN TEOLÓGICA
INTERNACIONAL
) es confuso y contiene contradicciones. Concretamente cita el aserto
de que…
A
su
m
iendo la perspectiva eclesiológica del Vaticano
II
, el
P
apa
F
rancisco describe
la i
m
agen de una Iglesia sinodal co
m
o «una pirámide invertid que integra el Pueblo de
D
ios, el
C
olegio
E
piscopal y en él, con su específico ministerio de unidad, el Sucesor de Pedro.
En ella, el vértice se encuentra debajo de la base
, pero que no se corresponde con la
normativa sinodal que prescribe el
digo de Derecho Canónico
, según el cual
los
sínodos
en
la
práctica
son
asa
m
bleas
m
era
m
ente consultivas. Hubo más intervenciones en este
sentido de mostrar desconfianza hacia una estructura eclesial: sacerdocio, episcopado,
pontificado… y la manera de elegir los altos dignatarios de esa estructura.
P
ero no faltaron ta
m
bién intervenciones que
m
iran el asunto con
m
ás opti
m
ismo y expresan
esperanza de que la institución eclesial asu
m
a algunas refor
m
as en sentido de
m
ocratizador.
En concreto, la esperanza y la credibilidad se refiere sólo al papa Francisco, no a la jerar-
quía eclesial en conjunto. Incluso se expuso una opinión de que el
S
ínodo sea un procedi-
m
iento para que la base eclesial apoye, frente a las resistencias que el aparato eclesial pueda
oponer, las reformas que el papa quiere promover. En alguna de las intervenciones se
destacó el hecho de que la consulta sinodal se dirija a la sociedad en general, ta
m
bién a
los no creyentes y/o no
m
ie
m
bros de la Iglesia.
S
e interpreta eso como cumplimiento de
una de la directrices del Concilio Vaticano II que decía que la Iglesia debía entrar en
diálogo con el mundo. Escuchar a la base eclesial, al pueblo en general, es una forma de
darle la palabra al Espíritu que, según la Biblia, sopla donde quiere; la jerarquía eclesial
no tiene la exclusiva de recibir la inspiración del Espíritu.
D
espués de
ver
y juzgar el asunto, viene el paso de actuar. Surge la pregunta de ¿qué
hacer? ¿
Q
es lo que nosotros pode
m
os hacer? Con independencia del sentimiento que
el proceso sinodal inspire, desconfianza o esperanza, parece que hay consenso en que ha
de hacerse todo lo posible para que sea una realidad lo que la Sinodalidad significa. A
este respecto nuestro colectivo de
Cristianos de Base
consiente en participar en el
proceso para hacer llegar nuestras opiniones a través del cauce diocesano pero ta
m
bién
otros que pueda haber, co
m
o
REDES CRISTIANAS
.
E
n nuestra próxi
m
a reunión, que será el
17 de enero, estudiare
m
os el cuestionario que se presenta a nivel diocesano, titulado:
POSIBLES CUESTIONES PARA LAS REUNIONES DE GRUPOS EN TORNO AL SÍNODO
,
cuyo texto incluimos en este
boletín
. Ese texto es un resumen del cuestionario de diez
puntos que aparece en el
VADEMÉCUM PARA EL SÍNODO SOBRE LA SINODALIDAD
y que puede verse en la dirección de Internet:
https://www.synod.va/content/dam/synod/document/common/vademecum/Vademecum-ES-A4-compl.pdf
Se puede ir intercambiando opiniones sobre ese material a través del próximo número
del boletín, que aparecerá antes de la mencionada reunión. Esperamos que mejoren las
condiciones para que esa reunión de enero pueda ser realizada presencialmente.
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1. Una Iglesia sinodal significa “caminar juntos” para anunciar el Evangelio:
pastores y laicos, hombres y mujeres, adultos y jóvenes, cercanos y lejanos a la
comunidad cristiana, etc.
- ¿Qué experiencias puedes aportar de ese “caminar juntos” en tu Parroquia, Unidad
Pastoral, Arciprestazgo, Diócesis?
- Logros, dificultades, obstáculos…
- ¿A qué nos está llamando el Espíritu en este camino?
2. En la Iglesia y en la sociedad estamos en el mismo camino uno al lado del otro.
Cuando hablamos de “caminar juntos” hemos de preguntarnos:
-
¿C
on quiénes, en concreto, hace
m
os ese ca
m
inar juntos”
? D
e otra parte, ¿quiénes son los
que
m
enos cuentan en ese ca
m
ino o son dejados al
m
argen, en la Iglesia y en la sociedad?
Identificar personas y grupos que comparten con nosotros ese camino y aquellos que,
por diferentes motivos, no hacen ese camino.
- ¿A qué nos está llamando el Espíritu para integrar a esos que quedan al margen?
3. Escuchar y ser escuchados es el primer paso para una Iglesia sinodal.
- ¿Cómo te parece que se escucha a los que están llamados a “caminar juntos”,
especialmente a: los consagrados, los laicos, las mujeres, los jóvenes, los pobres…?
- Identificar si se dan actitudes y ámbitos para este escuchar y ser escuchados.
- ¿Qué nos está pidiendo el Espíritu para poner de relieve y cuidar esta escucha de
todos los que estamos llamados a “caminar juntos”?
4. El “caminar juntos” tiene un ámbito privilegiado en la celebración de la fe: la
escucha comunitaria de la Palabra, sacramentos y, especialmente, en la
Eucaristía. Esos momentos son los que han de inspirar y alimentar nuestra
comunión, participación y misión.
- ¿Desde tu experiencia te parece que esos momentos contribuyen a ello: por una buena
celebración, el clima familiar de la misma, la participación de todos, la preparación y el
cuidado de los detalles, la homilía, la vivencia del misterio que se actualiza…?
- A tu parecer, expresa qué nos está faltando para que esos momentos puedan alimentar a
cada uno y a la comunidad y, a la vez, susciten y fortalezcan la fe de los alejados.
- ¿A qué tipo de renovación nos está llamando el Espíritu para que nuestras cele-
braciones y oraciones co
m
u-
nitarias, especial
m
ente la
E
u
-
caristía, puedan hacer verdad
este
deseo:
“C
elebra
m
os
lo que
creemos para que puedan
creer lo que celebramos”?
Antonio Zugasti
Cuando pienso en los cientos de dirigentes mundiales que están en Glasgow dándole
vueltas y vueltas al problema del cambio climático, pero no son capaces de ir más allá de
las palabras, los vagos propósitos y las operaciones de lavado de imagen, me viene a la
cabeza esa parábola del evangelio de Mateo.
En ella Jesús habla de un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y
descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella
casa; y cayó, y fue grande su ruina.
Todos estos poticos y dirigentes empresariales están tratando de construir las defensas
contra el cambio climático sobre arena. Aquí la arena es la sociedad capitalista. Todas las
soluciones que se buscan, los planes que se hacen, todo está dentro del sistema
capitalista. Y dentro del capitalismo no hay solución.
Vestirse de verde
Hace ya muchos años que los científicos los científicos, no los políticos de izquierdas
vienen advirtiendo muy seriamente sobre las amenazas a la sostenibilidad de nuestra
civilización, no sólo por el cambio climático, también por el agotamiento de los recursos. El
sistema en un primer momento hizo oídos sordos, algunos intentaron negar esas
amenazas, pero los datos eran cada vez más contundentes y más difícil mantenerse en el
negacionismo; así es que ahora la mayoría opta por el lavado de imagen. En inglés le
llaman greenwashing, vestirse de verde, asegurar que son muy respetuosos con el medio
ambiente y que sus productos son muy ecológicos. Cambiar las apariencias para que todo
siga igual. Todo con tal de que la máquina de producción de beneficios, sea como sea, siga
funcionando.
Algo más que un sistema económico
Lo malo es que no son sólo los dirigentes empresariales y los grandes capitalistas los que
no son capaces de cambiar. El capitalismo no es sólo un sistema económico, detrás hay
una filosofía, una ética y unos valores que llevan a una mentalidad y una forma de vivir,
que ha logrado imponerse en nuestro mundo. Las grandes mayorías en la realidad hemos
abrazado, muchas veces de una forma inconsciente, esos valores y esa forma de vida. Y
un aspecto fundamental que esta mentalidad ha logrado introducir en nuestra sociedad es
la forma de alcanzar la felicidad.
También la felicidad se puede comprar
Nadie ha puesto nunca en duda que la felicidad es lo más demandado y universal desde
que existe la humanidad. Pero también está bastante claro que, más allá́ de ese anhelo
incuestionable, sabemos poco acerca del contenido de la felicidad: cómo se logra, en qué
consiste, qué la hace real y duradera. Pues en esta búsqueda de la esquiva felicidad
irrumpe la mentalidad burguesa asegurándonos que la felicidad se puede comprar y una
abrumadora publicidad nos promete que vamos a sentirnos muy felices comprando eso
que nos presenta de la forma más sugestiva posible. Todo es cuestión de tener dinero
para comprarlo, y cuanto más, mejor.
Para sanar hay primero que diagnosticar y luego curar. El diagnós
-
tico que hace Antonio Zugasti descubre un mal grave que infecta la
vida cristiana, que también es humana. ¿La medicina? No sufras,
que el sentido común dicta cómo curarlo. Y da mucha paz.
(Benjamín Forcano )
El Partido Pecador
Antonio Zugasti
E
ltulo que he puesto a este arculo es un riesgo, porque es evidente que lo de hablar
de pecado no está de moda. Durante siglos la jerarquía eclesiástica ha dado tanto
la barrila con su interminable lista de pecados que en nuestras sociedades mucha
gente cada vez más pasa olímpicamente del tema del pecado.
E
l proble
m
a es que, con la caída de una
m
oral obsesionada con el pecado, ha caído
ta
m
bién el sentido ético de la vida hu
m
ana, y ha pasado a la irrelevancia
m
ás total la
idea de que todos tene
m
os unas obligaciones éticas y
m
orales.
E
l resultado es el do
m
inio
de una cultura totalmente amoral, en la que impera un individualismo hedonista,
para el cual no existen los imperativos éticos que deben guiar la vida humana.
Esto explica la amplia aceptación de un partido político que se pasa todas las
normas morales por el forro de la chaqueta. Muchos de sus dirigentes han sido
condenados por los tribunales, y la cadena de casos de corrupción es tan larga
que no podemos creernos eso que cínicamente afirman: que se trata de casos
puntuales, pero que la organización no tiene nada que ver. Más bien podemos
pensar que la influencia de este partido en la judicatura es lo que ha permitido a
sus máximos dirigentes librarse hasta ahora de ser sometidos a juicio.
Pero no son sólo los casos de corrupción lo que obliga a darle este calificativo. El
PP defiende una economía capitalista cien por cien, y en el fondo del sistema
capitalista la falta de ética no es una corrupción s o menos accidental, está
inscrita en sus genes más profundos. Poner la competencia como un elemento
esencial del sistema es evidente que no nos lleva a los ideales de igualdad y de
fraternidad que marcan el nacimiento de la modernidad en Europa. Y la libertad de
los derrotados en la competencia tampoco sale muy bien parada.
L
a co
m
petencia tiene un objetivo último: conseguir la riqueza, y para conseguir ese
objetivo todo vale. Como la riqueza disponible no es ilimitada y las aspiraciones a
conseguirla lo son, la lucha es interminable, y cuanto mayor sea la victoria de
algunos, mayor será el número de los derrotados. La compasión hacia estos
derrotados no entra en el programa de la competencia capitalista. Como en un
combate de gladiadores, no hay compasión para los vencidos. Han luchado, pero
han sido menos hábiles que los vencedores; que sufran las consecuencias de su
incapacidad. Además, no hay que preocuparse de que la lucha no sea limpia, la
mano invisible del mercado lo convertirá todo en el mayor bien de la sociedad.
¿S
ucu
m
bitotal
m
ente la hu
m
anidad ante esta ola de a
m
oralidad capitalista?
E
spero
que no.
C
o
m
o afir
m
aba el filósofo I
mm
anuel
K
ant, en el fondo del alma humana hay
una ley moral imborrable que nos empuja hacia el bien. Diversas circunstancias
históricas, que no vamos a analizar aquí, han llevado a que esa ley moral esté hoy
oculta por la inmoralidad capitalista. Pero, en el fondo del alma, esa ley sigue viva.
Y todos los días podemos ver cómo esa exigencia moral hace levantarse a
muchas personas contra la brutal inmoralidad del capitalismo. Ahora, en la frontera
de Polonia con Bielorrusia, un mínimo de sensibilidad humana empuja a muchos a
ayudar a las víctimas del juego perverso de dos gobiernos de extrema derecha.
Avivar la llama de ese fondo moral de los seres humanos es una tarea
fundamental para liberarnos de la catástrofe a que nos lleva la barbarie capitalista.
Antonio Zugasti
EL PECADO DEL PARTIDO POPULAR
Benjamín Forcano
En artículo anterior, sinteticé el artículo de Antonio Zugasti “Un abrazo fatal”. Va
ahora este otro: “El Pecado del Partido Popular”.
1.Pecar, dejando al lado otras nociones, es obrar contra el propio bien,
negándose a ser lo que uno es. En la conciencia de toda persona resuena la voz: “Haz
el bien, evita el mal”, “No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a tí”,
“Ama al prójimo como a ti mismo”. Lógicamente quien desoye esta voz deja de ser
persona, se deshumaniza.
2. Frente a esta universal voz, existe, se organiza y actúa un sistema actual-
mente dominante, que trata de negarla: el capitalismo neoliberal. Su modo de ser y
actuar se expresa en la competencia de unos ciudadanos contra otros, en búsqueda de
la mayor riqueza posible, con todos los medios posibles, sin importar la suerte que
puedan correr, quienes luchando quedan tirados en la cuneta.
En esta competencia, absolutamente descontrolada, resulta que por ignorancia,
incapacidad u otra razón- unos son vencedores y otros vencidos, unos ganan y otros
pierden, unos son ricos y otros pobres.
4. Pues alerta: el PP acepta como norma moral de vida el capitalismo. Tal
aceptación parece resultarle compatible con la norma universal de la ética humana
y sobre todo con el Evangelio de Jesús que da la primacía a los más pobres y la
grandeza a los que sirven y no a los que dominan.
5. ¿Habríamos de admitir que no le queda a la humanidad más suerte que la
capitalista, en lucha frontal y desigual de unos contra otros como lobos y no en lucha
de igualdad y fraternidad como hermanos? ¿La dignidad humana y sus derechos
inalienables, norma que distingue al ser humano y lo enaltece sobre todos los demás
seres, sería una norma ilusoria y vana?
Pues no: “El egoísmo planificado , mata. El amor socializado, da vida”.
Benjamín Forcano
C
arlos
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soro ha lamentado este triste hecho "a pocos kimetros de la
P
uerta del Sol…
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e duele, me conmueve y me indigna". Esto no lo
podemos normalizar"
"Hay que decir con toda firmeza que esto no es tolerable y menos para
cualquier creyente, que si reza en serio el padrenuestro, veque allí
hay hijos de Dios y hermanos", ha expresado
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sí, insta a "la
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unidad de
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obierno" a
"considerar que se trata de actuar co
m
o si de una e
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ergencia o una
cala
m
idad se tratase"
"Los habitantes de la Cañada necesitan exactamente lo mismo que
necesitamos los demás. Es deber de todos lograr que lo tengan", ha
apostillado
El cardenal arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal
Española (CEE), Carlos Osoro, ha afirmado que le causa "vergüenza" la situación que
viven "a pocos kilómetros de la Puerta del Sol" 4.000 vecinos de la Cañada Real
Galiana, más de 1.800 de ellos niños y niñas, que llevan más de un año sin luz, y ha
urgido a las administraciones a actuar como si se tratase de "una emergencia o una
calamidad".
"Lo que pasa en la Cañada Real me duele, me conmueve y me indigna. ¡No puede
ser! ¡No hay derecho! No podemos normalizar ni validar la falta de electricidad y de
una vida digna para quienes viven allí. Hay que decir con toda firmeza que esto no es
tolerable y menos para cualquier creyente, que si reza en serio el padrenuestro, verá
que allí hay hijos de Dios y hermanos", ha expresado el cardenal Carlos Osoro este
miércoles en una entrevista con Europa Press.
El arzobispo ha asegurado que le "entristece" que "a pocos kilómetros de la Puerta del
Sol" existan "estas situaciones que generan tantísimo dolor y sufrimiento en quienes
ya de por tienen una situación de muchísima precariedad". "Me da vergüenza que
haya niños y ancianos en esa situación", ha declarado.
El cardenal, que el pasado 9 de junio visitó la Cañada Real para encontrarse con la
gente que vive allí y conocer de primera mano el trabajo de Cáritas diocesana de
Madrid, afirma que pudo "comprobar sobre el terreno su calidad humana y cristiana"
y la "labor impresionante" que realiza Cáritas.
"Además de intervenir directamente acompañando a los niños y a las familias, sin
distinción de razas ni de religión, han formulado quejas al Defensor del Pueblo, han
pedido la intervención de la Fiscalía para proteger a los niños y reclamar el
cumplimiento de los derechos humanos. También Justicia y Paz ha hecho un informe
denunciando la violación de los derechos de unos niños a los que estamos
hipotecando el futuro", ha detallado Osoro.
Mientras, bastantes dormimos calientes en la cama
Si bien, junto a todo esto, el cardenal ha añadido que son precisas también "medidas
paliativas" ante "tanta vulnerabilidad". "Sobre todo de cara a un invierno en el que
bastantes dormimos calientes en la cama", ha precisado.
Tal y como recuerda el arzobispo de Madrid, "la falta de energía eléctrica supone que
no hay calefacción, que no hay para calentar el agua, que no hay lavadoras, que los
frigoríficos no funcionan, que no se pueden cargar los móviles, que no hay
conectividad, que los chavales pierden
clases".
Por ello, además de las dimensiones
"estructurales" del problema, ha pedido "no
olvidar la puesta en marcha de medidas
paliativas que deben establecerse con
urgencia".
En este sentido, el cardenal reclama "a todas
las administraciones un mayor nivel de
compromiso y, desde luego, mucha más
agilidad". "Se trata de hacer, pero de hacerlo
bien y con rapidez porque la situación es
terrible y a cualquiera le causa vergüenza",
ha enfatizado.
Así, insta a "la Comunidad de Madrid, el
Ayuntamiento y el Gobierno" a "considerar
que se trata de actuar como si de una
emergencia o una calamidad se tratase".
"Los habitantes de la Cañada necesitan
exactamente lo mismo que necesitamos los
demás. Es deber de todos lograr que lo
tengan", ha apostillado.
El arzobispo también ha recordado las
palabras del Papa Francisco en la encíclica
'Fratelli Tutti' cuando dice que no se puede
permitir que nadie quede "a un costado de la
vida". "Nos debe indignar, hasta hacernos
bajar de nuestra serenidad para alterarnos
por el sufrimiento humano", dice el
Pontífice en el documento.