Nuestro mundo, nuestra Iglesia
La reunión de mayo de nuestro grupo de Cristianos de Base tendrá lugar el jueves día 5 de ese
mes, en el sitio y hora acostumbrados. Veamos ahora la temática que abordaremos.
Nuestro mundo, nuestra Iglesia… son temas inagotables como lo son la problemática que los
aqueja. Queremos estudiar esa problemática a la luz del Evangelio. Los problemas del mundo, de
la humanidad, consisten precisamente en que no se organiza en función de los valores que el
Evangelio proclama. El mensaje de Jesús de Nazaret es una “buena noticia”, que es lo que
significa etimológicamente el término Ευαγγέλιο (Evangelio). Una buena noticia para un mundo
que a la hora de afrontar sus contradicciones fracasa con frecuencia cayendo en el aberración de la
violencia, de las guerras… actualmente hay unas cuantas en el mundo.
Por su función de Asamblea de los seguidores de Jesús, que la Iglesia pretende ser, debiera
difundir y encarnar el mensaje del Maestro, pero vemos que siglo tras siglo fracasa en esa tarea,
quizá porque tampoco la institución tiene plenamente asumido ese mensaje liberador. La Teología
de la Liberación nació con la vocación de recuperar ese mensaje para el mundo, y de liberar ese
mensaje del secuestro al que lo tuvo, y aún lo tiene, sometido una teología eclesial alienante a la
que vamos a dedicar alguna atención.
Este número del boletín contiene algunos materiales que abordan esas cuestiones y que pueden
servir de documentación para el estudio y debate de nuestra próxima reunión. Por supuesto, la
documentación que aquí presentamos no es exhaustiva. En los medios informativos, en Internet…
se puede encontrar mucho más, y aquí vamos a dar además algunas direcciones de sitios en
Internet con información y documentación sobre los temás de interés.
En cuanto a la guerra de Ucrania, quizá cuando se publique este boletín la situación haya
evolucionado en uno u otro sentido, hacia una solución pacífica o hacia un agravamiento del
conflicto. En el momento de redactar estar líneas parece que las posibilidades de un arreglo
pacífico son escasas. Los poderes políticos que se implicaron, para mal, en este conflicto, es decir,
los representados por las personas de Putin y Zeleski, no pueden vender ante los suyos como una
victoria la situación tal como está tras la lucha militar de más de mes y medio. Ambos sólo pueden
presentar un horroroso balance de muertos, heridos, desplazados, prisioneros, destrucción, pérdida
de recursos… que resultan difícilmente justificables con un acuerdo que se podría haber
conseguido sin provocar esa tragedia. De ahí que ambos se vean trágicamente impelidos en una
fuga hacia adelante intentado conseguir un resultado aceptable para los suyos pero que va a
provocar más muerte y destrucción.
Sobre esa guerra presentamos en este boletín un reciente editorial de REDES CRISTIANAS. Y
presentamos también un artículo de Pepa Torres Pérez, titulado “Blancos y rubios”, publicado en
la página web de ALANDAR. En él Pepa nos recuerda que, aparte de la de Ucrania, sobre la que
tanto nos machacan los medios informativos, hay actualmente en el mundo dos decenas largas de
guerras igualmente sangrientas sobre las cuales apenas nos informan, y que esas guerras generan
desplazados y refugiados tan necesitados de ayuda como los de Ucrania, pero que son rechazados
en nuestra sociedad por que son de otra raza, de otra religión, de otra cultura…
Que todos somos hermanos y que nos deberían preocupar todas las guerras, debiera ser el mensaje
de las iglesias cristianas, incluida la nuestra. Y deberían especificar que esos conflictos y otros que
se producen en el mundo son fruto de la naturaleza egoista del ser humano. Precisamente la
enseñanza que Jesús nos aporta viene a ponernos en guardia sobre esas tendencias en las que el
instinto egoista se manifiesta: codicia, avaricia, soberbia, agresividad…
Boletín núm. 23
- 20
de abril de 2022
Si la Historia Universal es la historia del fracaso humano en la construcción de una sociedad
justa, igualitaria, fraternal, pacífica… la Historia de la Iglesia es la historia del fracaso de esa
institución en mostrar al mundo el verdadero rostro del Maestro Jesús, de Cristo Libertador.
Las religiones en general, y la nuestra en concreto, promueven prácticas de devoción cultual que
no inspiran un trato fraternal entre los humanos. Vemos que nuestra Iglesia Católica, en su
estructura organizativa y su funcionamiento interno, vive y actúa al margen e incluso contra el
espíritu del Evangelio. Incluimos en este boletín, un reciente artículo del diario EL PAÍS que
presenta la problemática de género en la Iglesia vista desde un colectivo feminista católico.
Otro de los textos que incluimos procede del Diario de León y trata sobre la reforma de la Curia
que el papa Francisco quiere emprender. Ese intento de reforma y el Sínodo de la Sinodalidad en
marcha muestran que hay en el seno de la institución un cierto grado de conciencia sobre la
gravedad de la desviación en la que está incurriendo la institución. Pero la forma en la que está
siendo ninguneado y saboteado el proceso sinodal muestra que hay también en la estructura
eclesial, en su alta jerarquía, un afán de obstruir todo intento de reforma, como se hizo con
ocasión del Concilio Vaticano II. A este respecto hay un artículo muy interesante de Benjamín
Forcano, que recomendamos leer, que se encuentra en la dirección de Internet:
http://www.redescristianas.net/cristianos-de-trento-o-del-vaticano-iibenjamin-forcano-2/#more-124747
En ese texto, Benjamín se refiere no sólo a lo que hay que superar en la Iglesia en terreno
organizativo sino también en materia teológica para volver a la autenticidad del mensaje
evangélico de Jesús.
Principalmente sobre esa teología eclesial alienante hay otro artículo interesántisimo, de Faustino
Vilabrille, que se puede ver en la dirección:
https://www.religiondigital.org/faustino_vilabrille/Semana-Santa-realidad-tiempo_7_2440325948.html
Recomendamos también la lectura de ese texto. Vilabrille subraya que la muerte de Jesús de
Nazaret fue un asesinato, como consecuencia de su compromiso solidario con los últimos de este
mundo, para liberar a los oprimidos de la opresión y liberar a los opresores de oprimir, por una
vida digna para todos. Insistir en esa cuestión tiene un gran importancia teológica porque muestra
la esencia de la misión de Jesús, el establecimiento del Reino de Dios, que es una alternativa
revolucionaria a los reinos de este mundo, reinos de abuso, de desigualdad, de opresión, de
corrupción… Por eso, la desviación tradicional de la Iglesia de lo que debiera ser su misión, se
basa en una teología que se quiere olvidar de la función liberadora del mensaje evangélico, una
teología que el artículo de Faustino Vilabrille critica certeramente, según la cual Jesús murió por
nuestros pecados, que gracias a su muerte hemos sido redimidos, que Él reparó a Dios el daño que
le causan nuestros pecados, que con su muerte repael pecado de Adán, que Dios tanto amó al
mundo que entregó a su Hijo a la muerte, que incluso Dios quiso la muerte de su Hijo por
nosotros, que fue necesario el pecado de Adán que merecio tal redentor
Esa teología tradicional no contempla ningún plan de establecimiento del Reino de Dios en el
mundo, por la sencilla razón de que sus promotores, al contrario que Jesús, se han establecido
confortablemente en los sistemas de dominación imperantes en todas las épocas y aborrecen toda
movilización que contribuya a cambiarlos. Sobre este mismo tema tenemos otro pequeño artículo,
titulado:
OVEJAS SIN PASTOR
, en este boletín.
Precisamente porque somos sensibles a estos problemas, los del mundo y los de la Iglesia, y la
forma en la que la Iglesia (no) aborda los del mundo, la temática de nuestras reuniones se vuelca
insistentemente sobre ellos. Nuestra misión es transmitir esa sensibilidad a una sociedad y una
Iglesia en las que también insistentemente dominan las fuerzas que se oponen a alternativas
liberadoras. Los colectivos de Cristianos de Base son un pobre factor frente a la potencia de los
medios del sistema dominante, pero en la sociedad y en la Iglesia no faltan personas que pueden
comprender la justeza de las posiciones que defendemos. Tenemos que llegar a ellas.
A Mari Carmen Turnes, de 78 años, le bastan un par de datos de su biografía para explicar
por qué se dedica a luchar por los derechos de las mujeres dentro de la Iglesia católica: “Me
casé con 22 años y pasé de obedecer a mis padres a obedecer a mi marido. Lle un
momento en que ya no quise obedecer más”. Ese “hasta aquí hemos llegado” de esta
exsecretaria del Seminario de Santiago de Compostela fue hace 40 años e incluyó al cura de
la parroquia. “Hubo una vez un párroco que me dio reconocimiento, que me hizo sentir que
yo contaba. Pero se marchó, llegó otro y se acabó”, rememora. “Descubrir el feminismo y
hacerlo dentro de la Iglesia fue un paso muy importante en mi vida”.
Turnes evoca aquella liberación sentada alrededor de una mesa de un local de la Compañía
de María de Santiago junto a otras 11 mujeres creyentes. Todas ellas se han unido al grupo
de debate creado en Santiago por la asociación Mulleres Cristiás Galegas Exeria para
preparar el Sínodo de las Mujeres que la Catholic Women’s Council ha convocado para el
próximo mes de octubre en Roma. De estas reuniones que católicas feministas están
celebrando este año en España y el resto del mundo saldrán propuestas de igualdad de
género que luego se elevarán al Vaticano.
E
n el encuentro en la ciudad del
A
póstol, las fieles leen y citan con ad
m
iración a las teólogas
silenciadas
por los jerarcas
. S
e escucha la voz de una gestora cultural, de una
m
aestra, de una
profesora de
S
ecundaria o de una trabajadora de hospital
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a
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bién la de una
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M
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M
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inusvalorarnos
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e gustó ni la su
m
isión, ni la dependencia.
Y nunca me pareció bien que [las mujeres en la Iglesia] fuésemos las segundas, que no
tomáramos decisiones y que tuviéramos que estar a lo que diga el señor cura”.
La punta del iceberg
L
as presentes niegan al unísono que en sus libros sagrados haya alguna base para i
m
poner en
la
I
glesia roles desiguales entre ho
m
bres y
m
ujeres
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m
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construirse en el siglo
III-IV
y en el
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m
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S
ostienen que las violaciones y abusos sexuales a religiosas que el
V
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m
era
vez en
2020,
con
m
uchas de estas vícti
m
as incluso represaliadas por denunciar, son
la punta
de un iceberg de
m
altrato continuado
a las
m
ujeres dentro de la
I
glesia católica.
V
idal defiende que la desigualdad en la
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uria va
m
ás allá de que todos los puestos de
m
ando
sean ocupados solo por uno de los dos sexos
. “E
l proble
m
a es su estructura clerical
,
opina.
“S
i
eres ho
m
bre pero no cura, no pintas nada ta
m
poco y eso no ca
m
biaría solo con el sacerdocio
femenino”. Ella y sus compañeras abogan por erradicar la “verticalidad” e implantar una
estructura “circular” que debería comenzar en las parroquias, despojando al cura del
privilegio de tener siempre “la última palabra”.
A Carmen Lampón, maestra de 48 años, tampoco le vale “un cura mujer si va a hacer lo
mismo” que los hombres. “En las parroquias tiene que dejar de haber púlpito”, propugna.
El motor de ese cambio tan profundo son los grupos de feligresas, tercia la religiosa
Macamen Díaz. “Sí, porque ellos ya tuvieron 2.000 años”, concuerda Lampón. El Sínodo
de Mujeres es para estas católicas una “oportunidad histórica”, aunque Rosa Andión,
profesora de FP de 54 años, intenta no alimentar “grandes expectativas” sobre las
consecuencias que tendrá para no llevarse “un chasco”. “Tenemos la suerte de que el actual
Papa también quiere esto”, subraya Pilar Wirtz, de 84 años. “Pero está atado”, apostilla Eva
Queiro, trabajadora de hospital de 62 años.
Algunas de estas mujeres acumulan experiencia en el movimiento feminista a través de la
asociación Mulleres Cristiás Galegas Exeria, fundada en 1996. Recuerdan los “recelos” con
los que las miraban los colectivos laicos “por ser cristianas e ir a misa”. En un encuentro en
Vigo de la Marcha Mundial de las Mujeres a finales de los noventa, decidieron “salir del
armario” y organizar un taller de espiritualidad para pasmo del resto de participantes.
“Cuando nos escucharon, se esfumaron sus recelos”, cuentan entre risas.
A
ellas ta
m
bién les costó
asu
m
ir
algunos preceptos de la lucha por la igualdad de género y
definirse sin ambages como feministas. “Sentíamos malestar por la desigualdad, pero no
tenía
m
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ilado que éra
m
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m
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”,
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responde a quienes
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veces les preguntan por qué no abandonan esa
I
glesia
m
achista a la que tanto critican:
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m
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anifestaciones hondas de fe y esta
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m
os en la
I
glesia porque en ella hay un tipo de valores que nos ayudan a ser
m
ujeres cabales
”.
U
na vez se reunieron con afiliadas a un partido político y llegaron a la conclusión de que eran
“m
ás libres
que ellas
. E
n los partidos tienen unos gerifaltes a los que obedecer; nosotras tene
m
os
a los obispos, pero si no les hacemos caso tampoco pasa nada”, esgrime Wirtz.
¿C
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m
o reacciona la jerarquía calica a sus de
m
andas de tantos años
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M
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V
idal con gesto de resignación
. “P
ero la
I
glesia de base sí nos aprecia y nos pide opinión
”. E
l
paso del tiempo tampoco ha ayudado a que los hombres que dirigen la institución se abran a
cambios que la sociedad civil ha impulsado. “Los curas jóvenes son muy conservadores,
más que los mayores”, asegura la religiosa Macamen Díaz. La teóloga Marisa Vidal lo
atribuye a la formación que reciben: “La educación en los seminarios es muy misógina”.
“Jesús es revolucionario y feminista”
Clara Baliñas es a sus 24 años una de las últimas es unirse al movimiento. Licenciada en
Ciencias Políticas, ve el feminismo como uno de los muchos cambios que precisa la Iglesia
para “modernizarse” y reconectar con una juventud que habita una sociedad muy alejada
del Vaticano: “La juventud está claudicando de la Iglesia y yo lo entiendo. El mensaje de
Jesús es revolucionario y feminista pero no les llega porque la Iglesia no usa sus códigos”.
“Queremos construir una Iglesia alternativa, más heterodoxa pero Iglesia al fin y al cabo.
Estamos criticando algo que queremos”, apunta Rosa Andión.
L
a asociación cristiana que convoca en
S
antiago las reuniones for
m
a parte del movimiento estatal
R
evuelta de
M
ujeres en la
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glesia
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M
se
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anifiesta en las puertas de los te
m
plos recla
-
m
ando una institución
paritaria
, m
ás plural y
m
enos jerárquica
,
con liderazgo
compartido
entre hombres y mujeres, laicos, laicas, personas consagradas y sacerdotes”, que “acompañe
sin juzgar a toda la diversidad de familias, de identidades y orientaciones sexuales”.
Reivindican a María Magdalena como “una apóstola”. En Galicia han compuesto hasta un
himno que versiona una canción tradicional: “Ay, señor cura, vaya para casa / Hoy las más
liberadas / quieren ser Iglesia viva / Ni floreros, ni criadas / Y no limpiar sacristías”.
Prisciliano Cordero del Castillo
Después de nueve años de trabajo, el papa Francisco acaba de promulgar el día 19
de marzo, día de San José, la Constitución Apostólica Predicate Evangelium
(
Predicar el Evangelio
), un documento que viene a reformar la Curia Vaticana. Los
intentos de reformar la Curia ya vienen desde el Concilio Vaticano II. Las reformas
más significativas ocurrieron inmediatamente después del Vaticano II, cuando el
papa Pablo VI amplió el Colegio de Cardenales, limia los electores papales a
cardenales con menos de 80 años, exigió que los funcionarios del Vaticano
presentaran sus renuncias a los 75 años y comenzó a internacionalizar la Curia
nombrando a no italianos. Las reformas bajo Juan Pablo II fueron insignificantes.
Benedicto XVI llegó a someter las finanzas del Vaticano a una supervisión externa
y a reformar el Banco del Vaticano. Francisco lleva trabajando varios años en la
reforma de la Curia. Hasta ahora se había centrado en la fusión de departamentos,
en cambiar la cultura del Vaticano mediante una denuncia del clericalismo
dominante y en la reforma financiera. Finalmente y como resultado del trabajo de
estos años, el papa Francisco, con la
Constitución Predicate Evangelium
, quiere llegar
a una reforma total y definitiva de la Curia.
T
odas las refor
m
as anteriores se encontraron con la oposición
. P
ablo
VI
fue criticado
por anular siglos de tradición
. H
oy, sería acusado de edadismo o discriminación por
edad. Benedicto XVI fue criticado por permitir que organismos ajenos al Vaticano
revisaran sus cuentas. También fue criticado por gastar millones en la limpieza del
Banco del Vaticano. Los ataques a Francisco por los anteriores intentos de reforma
han sido irrespetuosos con sus colaboradores y con el mismo Papa.
Las claves de la nueva reforma y los cambios más significativos que introduce
Predicate Evangelium son:
Todos los Dicasterios tienen la misma dignidad jurídica y quedan reducidos a 16.
La Constitución Apostólica los presenta en este orden:
Dicasterio de la Evangeli-
zación
, de la
Doctrina de la Fe
, del
Servicio de la Caridad
, etc.
Otro cambio importante: cualquier fiel puede ser nombrado para dirigir un
D
icasterio.
Predicate Evangelium
dice que
«
todos
»,
es decir hombres y mujeres, laicos
y religiosos, pueden ser nombrados para realizar funciones de gobierno y responsa-
bilidad en la Curia Romana en nombre del Papa.
Universalización de la Curia. Esta ya no estará únicamente al servicio del Papa,
sino también al servicio de todas las diócesis.
L
a
Comisión Pontificia para la protección de Menores
adquiere especial importancia
al pasar a depender del
Dicasterio para la Doctrina de la Fe
. T
endrá la tarea de ase-
sorar al
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o
m
ano
P
ontífice y proponer iniciativas para la protección de los
m
enores y
de las personas vulnerables
. C
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m
bio
, F
rancisco ha hecho de la protección de
los
m
enores una parte funda
m
ental de la estructura del gobierno central de la Iglesia.
La
Comisión Apostólica
crea un nuevo Dicasterio al servicio de la Caridad, que
«ejercerá en cualquier parte del mundo la obra de asistencia y ayuda» hacia los
necesitados en nombre del Papa.
S
e crea ta
m
bn un
m
inisterio para la
E
vangelizacn, presidido directa
m
ente por el
P
apa
y que comprende la
Congregación para la Evangelización
de los Pueblos
(
Propaganda
Fidei
) y el
Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización
. Igualmente se
fusionan en un nuevo
Dicasterio para la Cultura y la Educación
el
Consejo Pontificio
de la Cultura
y la
Congregación para la Educación Católica
.
La nueva
Constitución Predicate Evangelium
entrará en vigor el 5 de junio de 2022,
Solemnidad de Pentecostés. ¿Qué podemos esperar de esta reforma? En primer
lugar, que no será una reforma definitiva, porque las estructuras de la Iglesia deben
estar abiertas al cambio constante para satisfacer las necesidades de la misma
Iglesia en cambio.
E
n segundo lugar, se podría argu
m
entar que la
m
ayor debilidad del
V
aticano, y de la
I
glesia en general, es la falta de experiencia en recursos hu
m
anos
. S
in un buen depar
-
ta
m
ento de recursos hu
m
anos, las grandes organizaciones sufren proble
m
as constantes.
U
n buen departa
m
ento de recursos humanos implica reclutar, seleccionar, contratar,
capacitar, supervisar, recompensar y, si es necesario, despedir empleados. Pero la
iglesia no es buena en nada de esto, pues generalmente los administradores
clericales constantemente oscilan entre ser paternalistas y autoritarios.
T
ercero, el gran e
m
peño de
F
rancisco es ca
m
biar la cultura de la
C
uria
. S
us denuncias
contra el clericalismo en el interior de la Curia parecen haber conseguido algún
efecto. Los clérigos han adoptado una vestimenta más simple y los funcionarios
curiales están más atentos a las demandas de los obispos de todo el mundo.
C
uarto, para reformar la
C
uria, será necesario ree
m
plazar algunas personas
. P
ablo VI
lo hizo cuando i
m
puso renuncias obligatorias a los
75
os de edad
. P
ero esperar hasta
que un cardenal proble
m
ático alcance la edad de jubilación no es una for
m
a eficiente
de dirigir la Curia. También Francisco, al principio de su pontificado destituyó al
cardenal
R
ay
m
ond
B
urke de un puesto de responsabilidad, pero la reacción del sector
conservador dentro de la Curia fue feroz. Recientemente también ha despedido a
otro cardenal, Angelo Becciu, que estuvo involucrado en un escándalo inmobiliario
en Londres. Un Papa debería poder enviar a casa a cualquier clérigo que no esté de
acuerdo con su agenda. Pero hasta ahora, ningún cardenal o arzobispo del Vaticano
ha sido públicamente responsabilizado por algún escándalo y cesado en su función.
Ningún Papa hace amigos reformando la Curia. El papa Francisco ya sabe a lo que
se expone con esta reforma, pero también sabe que es una tarea necesaria y que
cuenta con el apoyo de la inmensa mayoría de la Iglesia.
Q
uere
m
os acercarnos a este drama humano que está desarrollándose en Ucrania desde
estas dos cuestiones: ¿Qué podemos saber de lo que está ocurriendo actualmente y
qué deberíamos hacer para desterrar esta forma antihumana de resolver los conflictos?
1. ¿Qué podemos saber? Podemos saber que
* Las Naciones Unidas (ONU) no tienen autoridad moral ni poder físico para resolver
este tipo de conflictos. Su organización, sometida al poder omnímodo de los vetos,
m
inoritarios pero o
m
nipotentes, no puede condenar colectiva, coherente y ética
m
ente hoy
a Rusia sin condenar a la vez otras invasiones como la de Irak, Siria, Palestina, Yemen,
Somalia… Tampoco tiene una fuerza física como para parar la destrucción que a todos
los niveles estos conflictos provocan. ¡Pero debe seguir promoviendo acuerdos de paz!
* Rusia ha incumplido todos los acuerdos que ella misma ha apoyado y firmado en el
seno de la ONU. Esto es un sarcasmo digno de la mayor condena (porque Rusia tiene
veto en esta nada democrática organización). Pero este desprecio es el mismo que han
tenido el Pentágono y su fuerza visible, la OTAN, cuando han invadido Irak, Siria, etc. o
siguen apoyando a Israel en su invasión y colonización de Palestina.
* Ucrania, apoyada por la OTAN, dio el golpe de Maidan (2014) contra Victor
Yanukovich, prorruso, elegido democráticamente, y, desde entonces, grupos neonazis
(batallón Azov) integrados en la Guardia Nacional han mantenido una guerra sangrienta
en la región rusófila de Donbass, (Donetsk y Luhansk). Ucrania ha incumplido los
acuerdos firmados en Minsk (Bielorrusia) con Rusia, Francia y Alemania, el 12 de
febrero del mismo 2015) Y la OTAN, brazo armado de EE. UU ha incumplido el pacto
con la “perestroika” y “glasnost” de M. Gorbachov interviniendo, desde los 90, en
Yugoslavia, Kuwait, Irak, Libia, Siria, Afganistán, Yemen, en nombre de la presunta
“seguridad” y “libertad” y dejando tras de sí una estela de millones de civiles heridos,
mutilados, muertos, hambre… ¡y mayor contaminación del planeta!
* Que en este conflicto/guerra/invasión de Ucrania existen “oficialmente” dos relatos
contrapuestos (el que se da desde el Kremlin y el que se da en Occidente). Ninguno de
los dos dice toda la verdad, ambos ponen el acento en lo que les interesa a sus medios
y, “salvo algunas cosas” (principalmente lo que dicen algunos reporteros independientes
y ONG), no son fiables.
* Que, al acoger con humanidad a estas víctimas, desplazadas y refugiadas, no
podemos olvidar las murallas que estamos levantando en el Unión Europea (UE) para
defendernos del resto de personas victimadas por las mismas causas. En la UE no
disponemos del mismo “estatuto de acogida a refugiados” que nos están llegando de las
otras guerras y migraciones. ¡No somos un referente ético, aunque nos presentemos
como la patria de la razón, de los Derechos Humanos y de la acogida!
* Que en este conflicto somos muchos y muchas los que perdemos. Ucrania (víctimas
humanas, jóvenes guerreros improvisados y muertos, desplazamientos, ruptura de las
familias, y destrozos de todo tipo de su historia); Rusia (los muertos y las sanciones, el
aislamiento del mundo occidental); los países más pobres (que van a ver sensiblemente
mermada la ya exigua cooperación al desarrollo y sus exportaciones); y la misma UE
(con la crisis energética, la inflación y la dedicación al armamentismo de parte del
presupuesto). Y, muy principalmente perdemos toda la humanidad y la tierra con el
olvido de la respuesta al cambio climático.
* Que quien está ganando, cuando ya andaba sumido imperialmente en una gran
crisis, es Estados Unidos y su brazo militar la OTAN: mayor producción, exportación y
venta de armas (ya cuenta con 750 bases militares para controlar más de la mitad del
planeta) y envío multimillonario del gas natural para cubrir la ausencia del gas ruso,
ahora penalizado. Indudablemente, también está ganando China, como imperio
emergente, ¡que podría hacer algo más para parar esta guerra!
2. ¿Qué podríamos/deberíamos hacer? Como seres humanos, estamos llamados a
buscar alternativas que aseguren la solución de los conflictos entre los pueblos sin
necesidad de acudir a los extremos, la violencia, la destrucción y la muerte.
El proceso de evolución humana, darwinista, no está en la vuelta al pasado del “ojo por
ojo” del Código de Hammurabi, sino en la utopía de una convivencia en paz. No
podemos hablar de paz donde falta humanidad. “Bienaventurados/as, proclamó Jesús,
quienes trabajan por la paz” (Mt 5).
D
esde esta utopía de la paz, pode
m
os afir
m
ar que otra for
m
a de convivencia es posible en to-
dos los planos de la existencia: poticos, socioeco
m
icos, culturales, religiosos.
D
esde esta
referencia nos propone
m
os dos iniciativas que tienen, al
m
enos, un valor protico-cultural:
* En primer lugar, el rechazo absoluto al armamentismo y a su recurso como solución
de los conflictos entre los humanos. Este rechazo debería llegar hasta la condena
púbica de las industrias constructoras de armamentos y de los pueblos que trafican y
hacen grandes negocios con las armas. ¡Consideramos un imperativo ético, rechazar
todas las armas, y, en especial, las atómicas!
*
Y
, en segundo lugar,
apoyar la iniciativa del papa Francisco de visitar Kiev durante este
conflicto
. Invita
m
os a todos los cristianos y cristianas a apoyar esta iniciativa, reuniéndo-
nos ese
m
ismo día y haciendo algún gesto colectivo y significativo orientado a establecer
la paz. Sería deseable que esa visita de Francisco facilitara también un encuentro con
Kirill, patriarca de Moscú y representante de los cristianos y cristianas ortodoxos.
Finalmente, recordamos con nostalgia pero con esperanza, el preámbulo de
la Carta de
constitución de las Naciones Unidas
en
1948: Nosotros
los pueblos esta
m
os resueltos a
preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra que dos veces durante
nuestra vida ha infligido a la Humanidad sufrimientos indecibles, a reafirmar la fe en los
derechos funda
m
entales del ho
m
bre, en la igualdad de las naciones grandes y pequas,
a crear condiciones bajo las cuales puedan mantenerse la justicia y el respeto a las
obligaciones emanadas de las fuentes del derecho internacional, a promover el progreso
social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad.
N
o puedo con la saturación infor
m
ativa sobre la guerra de
U
crania
, m
ientras se silencian los
m
ás de
25
conflictos licos que se siguen produciendo en el
m
undo y ya no son noticia para casi nadie.
M
e runrunea un
m
alestar política
m
ente incorrecto ante el contraste y la desigualdad
m
anifiesta
entre la cri
m
inalización de la acogida en otras crisis hu
m
anitarias
(
en
G
recia o en
C
alais
…)
y la
exaltacn y plausibilidad de la acogida a las fa
m
ilias ucranianas
. S
on
m
uchas las personas
m
alienses,
palestinas, kurdas, sirias, iraquís o centroa
m
ericanas que huyen de otras guerras
(
incluidas las de
las
m
aras
)
a las que se les niega la acogida o se encuentran con
m
últiples vericuetos y dificultades
burocráticas para conseguir una si
m
ple cita que les per
m
ita solicitar protección internacional.
No es que no me conmueva el dolor y el sufrimiento de las familias ucranianas que huyen de la
guerra, que me parece tremendamente injusto y espeluznante, en medio del manejo de los hilos
militaristas de los intereses de la OTAN y la tiranía de Putin. Pero el agravio comparativo es
inmenso y resulta tremendamente humillante. Acaso la razón es que son blancos y rubios, o
dicho de manera más “educada”, como decía el otro día una compañera de un colectivo vecinal
de mi barrio, “forman parte de nuestra cultura y civilización europea y esta guerra amenaza
directamente nuestro estilo de vida”.
Pero lo que, sin duda, revela esta oleada de acogida para las familias ucranianas que huyen de
la guerra es que si queremos se puede. La voluntad política y social es determinante para
alcanzar cambios que se declaran, en otros casos, imposibles.
En estas últimas semanas he estado con cinco mujeres inmigrantes, embarazadas a punto de
salir de cuentas, a las que se le ha negado la atención sanitaria y aún no saben dónde van a dar a
luz y si les facturarán la atención hospitalaria
. P
ara valorar su situación les han dado cita en la
U
nidad
de
T
ra
m
itacn
S
anitaria para in
m
igrantes
...
para después del parto
. H
e
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os hecho todo tipo de recla
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a
-
ciones y la respuesta es sie
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pre la
m
is
m
a: hay colapso, no se puede hacer otra cosa
. N
o hay opciones.
También varios amigos llevan meses intentado conseguir una cita electrónica en extranjería
para renovar su entrevista de asilo y al reclamar nos dicen que el sistema está bloqueado y que
no saben para cuándo podrá haber citas disponibles. Mis amigos están a punto de perder la
renovación de su contrato laboral si no consiguen pronto esa cita. Pero la respuesta es siempre
el mismo mantra: no se puede hacer nada. La culpa es del colapso.
S
in e
m
bargo
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uchas y
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uchos nos pregunta
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os si del
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odo que se han puesto en
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archa
paquetes de
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edidas sanitarias, sociales y de extranjería para las persona ucranianas, tales co
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o
per
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iso de residencia de un año, a
m
pliable a tres, con posibilidad de trabajar, acceso a la educación
y a la salud, plazas públicas para personas vulnerables, e
m
barazadas, co
m
edores sociales, albergues
juveniles, plazas gratuitas para jóvenes de entre
3
y
16
años, servicio de traducción e interpre-
tación y abono transporte gratuito, entre otras
no es posible que estas
m
edidas puedan aplicarse
al resto de la población migrante y refugiada que huye también de la guerra, del hambre, de la
falta de futuro y de otros conflictos bélicos, aunque ya invisibles u olvidados por los medios.
V
a a tener ran
m
i vecina, hay un gran diferencia: no son europeos, no son rubios ni blancos.
S
on
los otros, la negación del nosotros, y para ellos sólo queda la sospecha y la criminalización.
«Ovejas sin pastor», adefinía Jesús a la muchedumbre, vejada y abatida, por la que sentía
co
m
pasión
. R
efiriéndose a los guías religiosos que esa
m
uchedumbre tenía, los definía como
«ciegos que conducen a otros ciegos». Estas reflexiones me vinieron a la memoria durante
la misa a la que asistí en una parroquia de mi ciudad el pasado Domigo de Ramos. En el
templo veo lo que se puede considerar una muchedumbre, en comparación con la escasa
asistencia de otros do
m
ingos
. Y
hay una abundancia desacostu
m
brada de niños
. T
odos, niños
y mayores portan ramos, se ven muchos ramos, y también palmas.
Es la festividad del día, pero me pregunto si más que vivirlo como una festividad que evoca
un pasaje del Evangelio y la idea que transmite, la muchedumbre lo vive como un acto
folcrico
m
ás, igual que los carnavales, la cabalgata de los
R
eyes
M
agos del 5 de enero
E
n
otros lugares, en estos días de Semana Santa tienen lugar procesiones, -¿religiosas?- con
cantos de saetas y cosas similares. Pero repito la pregunta, ¿se vive eso como un motivo de
reflexión religiosa que aporta alguna idea o enseñanza, o por el contrario es un evento
folclórico más, como las Fallas de Valencia, los Sanfermines y cosas así?
Si el celebrante de la misa a la que asisto fuese un verdadero pastor, en la línea de Jesús de
N
azaret, explicaría a los asistentes al culto lo que ocurrió para que una ciudad que acla
m
aba a
Jesús en su entrada triunfal, como relata el primer texto evangélico que se leyó en la misa,
lo condenara a muerte unos días después, como relata la segunda lectura evangélica de la
misma celebración. Tal predicador hubiese informado a sus oyentes que la muerte de Jesús
fue un asesinato promovido por las autoridades civiles y religiosas por su compromiso con
los pobres y marginados, por su proyecto de liberación de los oprimidos y la construcción
de un mundo más justo y más humano, al que llamaba Reino de Dios.
E
n vez de i
m
partir esa enseñanza, que hubiese constituido un lla
m
amiento a seguir a Jesús en
esa tarea de liberación social, una movilización para mejorar las cosas de este mundo que
están marchando muy mal, nuestro predicador se limitó a decir que Jesús había muerto para
salvarnos, dando por supuesto que se trata de una salvación post morten, y sin relacionarla
para nada con tareas a realizar en este mundo. ¿Se puede creer en un dios que condena a
penas eternas y exige muertes redentoras? Aquel, a quien Jesús llamaba Abba, Padre, evoca
un Dios diferente.
El único llamamiento concreto que se hace en la mencionada homilía es a una devoción
personal que ignora al prójimo. Se remata con la formulación textual: Jesús vino a salvarte,
a ti, murió por ti, por tu salvación. Se pone énfasis en la relación personal, no comunitaria,
con Jesús, con Dios. Es un intento deliberado de fomentar el invidualismo, en perjuicio del
trabajo comunitario y la cooperación para mejorar las cosas del mundo.
P
uesto que observo actitudes si
m
ilares en otros te
m
plos de la ciudad, resulta difícil de creer que
se trata de pastores de pocas luces, ciegos que conducen a otros ciegos. Más bien parece se
trata de un intento deliberado de extraviar el rebaño, de promover actitudes religiosas des-
comprometidas, sin vocación de trabajar por el Reino que Jesús anunciaba. Su idea de un
Dios Padre es revolucionaria porque nos hace a todos hermanos, y por lo tanto iguales.
Contra esa igualdad se blindan los beneficiarios de este sistema injusto, los explotadores de
todos los tiempos, secundados por los malos pastores.
F. Castaño