Recuperar el espíritu del Evangelio
E
l
XXXII E
ncuentro de
C
ristian@s de
B
ase de
A
sturias
, que tuvo lugar los días 5 y 6
de este mes de mayo, se centró en dos temas que interpelan actualmente a la sociedad
y a la Iglesia. El lema del Encuentro era: REVUELTA DE LAS MUJERES EN LA
IGLESIA.
La primera de las conferencias fue impartida por la Teóloga feminista y Educadora
Social, Pepa Torres Pérez, y llevaba por título: Un grito silenciado pero imparable:
las mujeres en la Iglesia. La segunda conferencia, a cargo de la Teóloga y Doctora
en Filosofía, Montserrat Escribano Cárcel, estaba más centrada en la problemática
social. Su título era: Hacia una sociedad de cuidados.
El acto final, como tenemos por costumbre en nuestros Encuentros de Cristian@s
de Base, era una Celebración Eucarística, pero puede decirse que, de alguna manera,
todo el conjunto del Encuentro constituyó una Eucaristía en el sentido que para los
seguidores de Jesús de Nazaret debe tener el recuerdo y celebración de la Cena del
Maestro. Es decir, lo que Jesús pidió a sus seguidores hacer muchas veces en recuerdo
suyo no era un acto de culto. Recordarle a él es recordar y asumir su mensaje, su
proyecto transformador y liberador, y eso precisamente fueron las dos conferencias
mencionadas: recuperar el espíritu del Evangelio en relación a problemas que afectan
a la Iglesia y a la sociedad.
La conferencia de Pepa Torres afrontó principalmente la problemática de la mujer en
la Iglesia. Su exposición busca empujar una reforma desde las perspectivas de las
mujeres y con una profunda inspiración evangélica. Presta atención a la actitud de
Jesús hacia las mujeres de su tiempo, una actitud y una práctica liberadora, rompedora
y transgresora de los esquemas patriarcales imperantes en la sociedad y en la religión
de entonces. Pepa Torres se basa en la cultura y la forma de hacer del feminismo
laico, al que aporta el sentido cristiano que la inspira. Hace hincapié en la necesidad
de eliminar el lenguaje patriarcal en las homilías, textos litúrgicos y documentos, pero
sobre todo se esfuerza por recuperar de las Escrituras los pasajes y referencias a
importantes roles desempeñados por mujeres, que son desconocidos por haber sido
expresamente ignorados o silenciados en la práctica magisterial.
Busca también referencias en la historia eclesial: las beguinas, las muraras… figuras
femeninas importantes que la historia oficial no resalta. Enfatiza también la actitud de
iniciativa de las mujeres que se acercaban a Jesús, le seguían y, en la práctica eran no
menos discípulas suyas que los varones que le acompañaban. De hecho, fueron
mujeres las primeras en ejercer el rol de apóstol, es decir, testigos de la resurrección
de Jesús. La marginación de las mujeres empezó pronto, en las primeras generaciones
cristianas; es una lamentable situación que se arrastra hasta hoy y que debe ser
superada. El mensaje de Pepa Torres es que las mujeres en la Iglesia están en un
proceso imparable. Las estructuras no han cambiado pero ellas están cambiando y se
fijan como objetivo una Iglesia de iguales en una sociedad de iguales.
B
oletín nú
m
. 44
- 10 de mayo de 2023
A
vanzar hacia ese objetivo es recuperar el espíritu del
E
vangelio
,
la
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eta que debemos
fijarnos los seguidores del Maestro Jesús.
El contenido completo de la conferencia de Pepa Torres se puede escuchar en el audio
al que se puede acceder a través de la dirección de Internet:
https://drive.google.com/file/d/1SDTJ0ZLZjvxZzyTDAtg3JS-4RTZ9-21p/view?usp=drive_web
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bién la conferencia de
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scribano
,
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acia una sociedad de cuidados
”,
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un alto nivel evangelizador.
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n realidad
,
su contenido constituye una aplicación práctica
,
en el tipo de sociedad que nos toca vivir, de la parábola del Buen Samaritano. Sí, en el
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undo actual el pobre ho
m
bre herido
,
a la orilla del ca
m
ino
,
en el cual no reparan
quienes buscan a Dios en el culto del Templo, son los necesitados de todo tipo, las
víctimas de abusos, los que carecen de lo necesario, los que sufren soledad… Las
personas somos seres vulnerables dentro de un entramado de relaciones, también con
la naturaleza. De ahí que la mística del cuidado suponga un modo de entendernos y de
situarnos en el mundo, para dejarnos encontrar por las necesidades de los demás.
Los templos en los que Dios quiere que se le rinda culto son los/las necesitados/as de
cuidados, las víctimas de la precariedad, de la falta de esperanza Es la gran
enseñanza de la parábola del Buen Samaritano. Pero Montse Escribano deja claro que
el objetivo de los cuidados no ha de limitarse a los necesitados a nivel personal,
individual, y a las necesidades de carácter material. Está también la dimensión social,
colectiva, y la espiritual. En efecto, nuestra compleja sociedad genera muchos tipos
de proble
m
ática
;
recorde
m
os
,
por eje
m
plo
,
los efectos de la pande
m
ia
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l conte
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plar los
cuidados necesarios desde la perspectiva social aparece
,
en la exposición de
M
ontse
,
el
concepto de
espacios de cuidado
,
de
salvación
,
es decir lugares donde las personas se
ayudan relacionándose
:
parques
,
bibliotecas
,
lugares de esparci
m
iento
,
e incluso iglesias
,
aparece así una función que los te
m
plos podrían tener aparte del
m
ero culto
. E
s digna de
atención la idea de que no ha de asociarse el concepto de “cuidados” con la condición
femenina. Todo el contenido de esta conferencia se puede escuchar en el vídeo en:
https://drive.google.com/file/d/1M0s_9qQphCxEIESs-fASq03WFWc8AOXj/view?usp=drive_web
A
de
m
ás se puede ver en la página siguiente un esquema o resumen de esta conferencia,
que nos facilita Pilar Prendes.
La Celebración Eucarística del final del Encuentro se distinguió por ser altamente
participativa. Para la mejor organización de estos eventos nos sería de utilidad que los
asistentes al Encuentro nos comunicasen su opinión e ideas sobre el mismo.
XXXII ENCUENTROS CRISTIAN@S DE BASE
HACIA UNA SOCIEDAD DE CUIDADOS (Montserrat Escribano)
Montserrat planteó el concepto de Cuidados desde tres dimensiones: DIMENSIÓN
PERSONAL: Política, DIMENSIÓN SOCIAL: Cultura, DIMENSIÓN ESPIRITUAL
Cuidado como valor social: cómo está la sociedad en la que vivimos. Cuidado como brújula
para lo moral. Sociedad cuidadora: personas mayores, infancia, calles accesibles, cohesn
entre barrios, etc. Aprender a soñar: soñar con sociedades mejores ¿qué necesitamos, qué
espacios, qué lugares… El papa Francisco habla de la sociedad del bien común, Montserrat
planteó que ese concepto debía concretarse, que era muy indefinido.
E
l fe
m
inis
m
o plantea que la ciudad sea de
C
uidados. Salud: lugares para cuidados: ¿tenemos
lugares para cuidados espirituales
,
espacios de salvacn
? P
ara cuidar la esperanza necesita
m
os
estos espacios. ¿Son las iglesias lugares para cuidados?
El cuidado es una manera de entender, de estar en el mundo. Eric Klinenberg, Sociólogo,
nortea
m
ericano
,
habla de lugares
,
espacios donde encontrarnos, allí es donde sobrevivimos
en tiempos de sufrimiento, de aislamiento. Son los Palacios del pueblo: las bibliotecas,
espacios de salvación.
Pongámonos las gafas del cuidado: Detenerse, Parar, Reflexionar. Lo contrario del Cuidado
es el Descuido. Es mi obligación moral ser cuidadosa/o. Lo contrario es Negligencia.
Los cuidados en la Biblia: La biblia nos habla de carisma, que son nuestras capacidades,
nuestra vida interior, nuestros dones.
El cuidado no tiene que ver con lo que realizamos, va de cómo nos movemos. Rompe
nuestro tiempo, Me hace salir de mismo/a, no depende de mi voluntad, depende del
carisma, aquello que me ha sido dado.
“En un entorno femenino, el cuidado es una ética femenina. En un contexto democrático es
una ética humana”. (Carol Gillian).
Cuidado: cuidar de aquello que está al lado. ¿Por quién estamos sostenidos? ¿De qué estoy
yo cuidando? Primerear en el amor, tomar la iniciativa, involucrarse en el cuidado.
Dios hace un movimiento hacia la humanidad, se viene a nosotros/as y se hace próximo,
quiere ser proximidad:
Aproximar lo distante, Aprojimar lo distante, Atender lo injusto, Corregir desequilibrios,
Fructificar lo democrático
Dios sigue creyendo en el carisma que tenemos.
Quien necesita ayuda es alguien capaz de reclamarte. Y ¿quien tiene la fuerza, la capacidad
de salvar es aquel/lla que está al borde del camino, al borde de la muerte?.
Hagámonos permeables: escuchar al otro/a, pararme y que el otro/a me diga cuál es el
ritmo, no mi ritmo, lo que yo pienso que quiere y necesita.
Flexibilidad para nuestro reloj vital. Detenerse, Parar, Reflexionar.
Son tiempos recios para la fe en Cristo Jesús.
Él lo había dicho de aquella manera: “No podéis servir a Dios y a Dinero”. Y desde siempre
hasta hoy, Dinero tiene un poder de seducción del que carece el misterio de Dios.
La que sirve a Dinero es humanidad poderosa.
A su lado, a modo de cortejo necesario para su impresionante procesión, se agolpa una
m
uchedu
m
bre de hu
m
anidad atraída y distraída con la seducción de la tecnología
,
la ilusión del
espectáculo, el espejismo de la felicidad, y una mascota que le ayude a engañar la soledad.
Más allá de ese cortejo procesional, fuera de la vista, aún quedan los otros, innumerables,
los de la calle, los de la cuneta, los prescindibles, los últimos, los nadie.
Ese mundo que ha escogido servir a Dinero, no quiere saber de Jesús, más aún, necesita
ignorar a Jesús para no saber de pobres, para no saber de víctimas, para no saber de
hermanos, para no saber de sí mismo.
Y tú, Iglesia en misión, te sabes enviada a ese mundo esclavizado, distraído y solo; tú sabes
que ese mundo necesita a Jesús.
Si quieres anunciar que Cristo Jesús vive y da vida, no puedes confiar tu mensaje a las
palabras: están profanadas, prostituidas, han perdido el color de la verdad.
El mundo al que te diriges tampoco es el mundo de Tomás, aquel discípulo que, para creer
que Jesús vive, exige ver y palpar. Hoy, ni a ti que ya crees ni al mundo indiferente a tu fe
serviría de nada la invitación de Jesús: “Trae tu dedo… trae tu mano”. Nada de eso te
llevaría a la fe: sólo sería un divertido espectáculo de ilusionismo.
El mundo al que vas con tu mensaje, si no es el que ha crucificado a Jesús, si no es el que lo
quiere muerto y enterrado, es el de quienes prefieren olvidar incluso su nombre.
Me pregunto si tu catecismo ayuda a creer en Jesús.
Me pregunto si tu misal ayuda a conocer a Jesús.
Me pregunto si tus procesiones, tus romerías, tus devociones, tus ritos, llevan a Jesús o
apartan de él.
Me pregunto por el lenguaje de la fe. ¿Cómo puedes decir hoy: “Trae tu dedo… trae tu
mano”, de modo que a mujeres y hombres de este mundo tuyo, como a Tomás ayer, se les
abran los ojos de la fe? ¿Qué podemos hacer para que la piedra desechada sea la piedra
angular en la vida de tantos alejados del Dios de Jesús?
Hoy como ayer, encontrarán a Jesús los que, viéndote a ti, lo vean a él; los que,
reconociéndolo en ti, se apeguen a él.
H
oy co
m
o ayer
,
encontran a
J
esús los que
,
viéndote a ti
,
reconozcan presente el reino de
D
ios
;
los que
,
viéndote a ti
,
confiesen que es anunciado el evangelio a los pobres
;
los que
,
viéndote
a ti
,
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m
bres y
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m
unión
,
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o lo era el de aquella pri
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m
unidad en la que
los creyentes vivían todos unidos y tenían todo en co
m
ún
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hora co
m
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entonces ha de ser común la fe, común el pan, común la oración. Todo ha de ser común.
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risto
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:
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unión con él somos uno con todos
;
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unión con él so
m
os
evangelio para los pobres
;
en comunión con él hace
m
os presente en el
m
undo el reino de
D
ios
.
Comulga con Cristo Jesús para que puedas mostrar a Cristo Jesús.
El conocido teólogo Karl Rahner afirmó que “el cristiano del futuro será místico o no será cristiano” y ya estamos en el
“futuro” -en referencia a sus palabras- y es válido pensar si está frase se está cumpliendo y si, precisamente por no ser
místicos, más y más gente se aleja de la vivencia de la fe.
Pero vayamos por partes. Lo primero será entender que significa “ser místico”. Algunos creen que es retirarse del
mundo y dedicarse exclusivamente a los ámbitos que comúnmente llamamos “sagrados”. Supondría gastar horas y
horas en liturgias y oraciones, entre más solemnes y misteriosas, más valiosas, y rodearse de símbolos religiosos,
espacios religiosos, cantos religiosos. Todo esto tiene valor en su justa medida, pero ninguna de esas realidades
garantiza la experiencia mística. En realidad, la mística se refiere a la experiencia de Dios que tiene una persona de una
manera fuerte, profunda, totalizante y que se expresa en su manera de ser y de actuar. Pero aquí es donde viene una
necesaria reflexión para discernir cuándo es una experiencia mística y cuando puede ser un ritualismo externo.
La clave nos la da el Dios en quien creemos los cristianos y con el que nos relacionamos: Jesús de Nazaret. Podemos
saber cómo es Dios -sin pretender decir que lo abarcamos plenamente ya que Él siempre supera nuestra comprensión
humana- porque Jesús nos lo reveló con sus palabras y obras. El Dios que conocemos a través de Jesús es el de la
misericordia infinita. Es el que pone al ser humano como valor fundamental frente a lo cual todo lo demás ha de ser para
su bien y no para ningún tipo de opresión, exclusión o sujeción. El Dios de Jesús es el que propone la mesa común de
los hermanos y hermanas reunidos en su nombre. Es el que apuesta por el diálogo y la paz renunciando a toda guerra y
vencimiento por la fuerza. El Dios del reino es el que se asegura que los desfavorecidos y descartados -como dice el
papa Francisco- sean los privilegiados para que no se queden por fuera en ningún sentido. El Dios revelado por Jesús
es el que cree en la diversidad, en el valor de lo pequeño, en la gratuidad, en la fiesta, en el gozo por cada situación que
logra transformarse para el bien. Es el que siembra a manos llenas la semilla por todos los campos y espera
pacientemente hasta su cosecha. Es el que paga igual sin importar la hora de llegada y el que dice que el mayor en el
reino es el que se hace servidor de todos. Estas características y muchas otras que podrían señalarse, son las que
invitan a entender que la mística cristiana no tiene nada que ver con alejarse del mundo sino con meterse en él
buscando encarnar esta manera de ser de Dios y la llamada que nos hace. Algunos llaman a esto, “mística de ojos
abiertos” porque, en efecto, se experimenta a Dios en la historia presente y se responde a su amor en esta realidad.
Algunos grupos no parecen ser místicos de ojos abiertos, sino que proponen la mística en el sentido al que nos
referimos al inicio. Aunque estos grupos cuentan con un significativo número de personas -que nos hacen preguntarnos
si no será por ahí el camino-, una mirada atenta nos hace ver que muchas de sus propuestas y prácticas no están en
consonancia con la experiencia del Dios de Jesús. Definitivamente, la mística no consiste en encerrarse en el intimismo,
moralismo, ritualismo o tradicionalismo, aunque esas formas den seguridad. La mística consiste en atender a los “signos
de los tiempos”, lugar donde el Espíritu de Dios continúa hablando, para encontrarle allí donde está revelándose y
donde se puede dar esta experiencia de encuentro con Él o experiencia mística como se le ha llamado.
Desde estas aclaraciones, podríamos decir que muchos cristianos de hoy siguen en deuda con una experiencia
religiosa que los vuelque hacia el mundo, que no le teman, que no lo satanicen, que no lo consideren perdición, sino que
lo vean como lugar de encuentro con Dios para más amarle, más servirle, más garantizar que esta historia pueda ser
historia de salvación para todos. Sigue pendiente que los cristianos acompañen las búsquedas sociales, culturales,
políticas, etc., de las personas de hoy, especialmente, de los más jóvenes. Que lo hagan con humildad y sin pretensión
de tener la verdad absoluta. A fin de cuentas, la experiencia de vivir es un misterio que cada día nos sorprende,
invitándonos a acoger y realizar con esperanza y creatividad, la novedad del vivir, del amar.
Personalmente creo que las personas se alejan de la institución eclesial porque la ven muchos pasos atrás de la
realidad del mundo -siempre con temores y resistiéndose a los cambios- y se alejan de la experiencia de fe porque no
logran explicarla de manera encarnada y significativa para este presente. No será por más rezar o por más celebrar
liturgias solemnes como se conseguirá que la gente vuelva a la experiencia de fe. Será por ser místicos de ojos abiertos
-como tal vez lo diría hoy Rahner-, como la fe seguirá viva y fecunda en los tiempos de secularización que vivimos. Si
nos atreviéramos a poner en práctica la fe histórica de la que somos depositarios, la fe encarnada que Jesús nos
mostró, la fe comprometida que su praxis nos señaló, posiblemente hablaríamos menos de pérdida de fe y nos
sorprenderíamos de la riqueza y fecundidad de la fe cristiana cuando es capaz de caminar al ritmo de los tiempos.
¿Cómo vivir un cristianismo que
diga algo a nuestro presente?
01.05.2023 José Antonio Pagola
L
os cristianos de la pri
m
era y segunda generacn nunca pensaron que con ellos
estaba naciendo una religión
. D
e hecho
,
no sabían con qué no
m
bre designar a
aquel movimiento
que iba creciendo de
m
anera insospechada
. T
odavía vivían
impactados por el recuerdo de Jesús, al que sentían vivo en medio de ellos.
Por eso, los grupos que se reunían en ciudades como Corinto o Éfeso
co
m
enzaron a lla
m
arse
«
iglesias
»,
es decir
,
co
m
unidades que se van for
m
ando
convocadas por una misma fe en Jesús
. En otras partes, al cristianismo lo
llamaban «el camino». Un escrito redactado hacia el año 80 y que se llama
carta a los Hebreos dice que es un «camino nuevo y vivo» para enfrentarse a
la vida.
El camino «inaugurado» por Jesús y que hay que recorrer «con los
ojos fijos en él».
No hay duda alguna.
Para estos primeros creyentes, el cristianismo no era
propiamente una religión, sino una forma nueva de vivir
. Lo primero para
ellos no era vivir dentro de una institución religiosa, sino aprender juntos a
vivir como Jesús en medio de aquel vasto imperio. Aquí estaba su fuerza.
Esto era lo que podían ofrecer a todos.
En este clima se entienden bien las palabras que el cuarto evangelio pone en
labios de Jesús: «Yo soy el camino, la verdad y la vida».
Este es el punto de
arranque del cristianismo
. Cristiano es un hombre o una mujer que en Jesús
va descubriendo el camino más acertado para vivir, la verdad más segura
para orientarse, el secreto más esperanzador de la vida.
E
ste ca
m
ino es
m
uy concreto
.
D
e poco sirve sentirse conservador o declararse
progresista
. La opción que hemos de hacer es otra. O nos organizamos la
vida a nuestra manera o aprendemos a vivir desde Jesús. Hay que elegir.
Indiferencia hacia los que sufren o compasión bajo todas sus formas. Solo
bienestar para y los míos o un mundo más humano para todos.
Intolerancia y exclusión de quienes son diferentes o actitud abierta y
acogedora hacia todos
. O
lvido de
D
ios o co
m
unicación confiada en el
P
adre de
todos
.
F
atalis
m
o y resignación o esperanza últi
m
a para la creación entera
.
26.04.2023 Jesús Bastante
Reforma histórica, casi revolucionaria de Francisco. Justo después de la finalización del
primer encuentro del remozado C9 (en el que participan dos españoles, los cardenales
Omella y Vérgez), la Santa Sede anunciaba que, al menos 80 de los participantes, con
derecho a voto, en el próximo Sínodo de octubre, no serán obispos. Y, lo que resulta mucho
más novedoso, el Papa reclama que el 50% de ellos sean mujeres y que se valore también
la presencia de jóvenes.
Laicos y mujeres, al fin, entran en la asamblea con plenos derechos, pese a que los
responsables del Sínodo se hayan esforzado en apuntar que sólo representarán, como
mucho, el 25% del total. Tres cuartas partes seguirán siendo prelados. Pero el gesto es
auténticamente revolucionario.
Hasta el momento, sólo se presumía que, al menos, una mujer, Nathalie Becquart, podría
votar en la asamblea de octubre, que se prolongará durante al menos un año y que trazará el
presente y el futuro de la Iglesia católica y su relación con el mundo.
Entre las modificaciones anunciadas, según apunta en una nota la Secretaría General del
Sínodo de los Obispos (que mantiene esta nomenclatura, al menos por el momento),
destaca la ausencia de diez clérigos pertenecientes a Institutos de vida consagradas, que
serán sustituidos por cinco religiosas y cinco religiosos, elegidos por las superioras y los
superiores generales. Como miembros tienen derecho a voto.
Al menos 70 miembros no obispos
Sin embargo, la mayor novedad está en la decisión de añadir otros 70 miembros no
Obispos, que representan a otros fieles del Pueblo de Dios (sacerdotes, personas
consagradas, diáconos, fieles laicos) y que proceden de las Iglesias locales.
Estos 70 miembros serán elegidos por el Papa de una lista de 140 personas indicadas (y no
elegidas) por las siete Reuniones Internacionales de las Conferencias Episcopales y la
Asamblea de Patriarcas de las Iglesias Orientales Católicas (20 por cada una de estas
realidades eclesiales). Y más aún: Se pide que el 50% de ellos sean mujeres y que se
valore también la presencia de jóvenes.
"A la hora de identificarlos", añade la nota, se tendrán en cuenta no sólo su cultura general
y prudencia, sino también sus conocimientos, tanto teóricos como prácticos, así como su
participación en diversas capacidades en el proceso sinodal. Como miembros, y aquí viene
la decisión histórica, “tienen derecho a voto”.
Por otra parte, además de los 70 miembros no obispos mencionados anteriormente, cabe
mencionar que también será posible contar con miembros no obispos entre los miembros de
nombramiento pontificio, lo que abre la puerta a que sean más, muchos más, los laicos y
mujeres con voz y voto en la Asamblea Sinodal. A ello habrá que sumar a los
representantes de los dicasterios, que ahora serán elegidos directamente por el Papa.
Histórica decisión del Papa:
mujeres y laicos, por primera vez,
tendrán voz, y voto, en el Sínodo
18.04.2023 - Benjamín Forcano y José Picot
Este utópico Manifiesto es fruto natural del árbol de las personas que lo componen, que la han hecho
crecer y no permiten que nadie lo pueda arrancar, trocear ni configurar a su antojo desde fuera. España
es una realidad originaria, histórico-evolutiva, que une, integra y caracteriza hoy a sus 42 millones de
habitantes. Es una Nación con un proceso de igualdad, soberanía y libertad propio como compete a
cada una y todas las naciones. Y lo que aquí se pretende es ni más ni menos que cuidar y respetar esa
su propia y libre identidad.
L
a desafiante iniciativa la asu
m
en
,
la representan y la pro
m
ueven en este caso
,
políticos y personalidades
relevantes
,
a las que hay que su
m
ar con
m
érito singular el liderazgo del
P
apa
F
rancisco por la paz
,
aunque
ya se ha comentado con sobrada razón, que no le haya secundado como debiera la entera cristiandad.
La representación consignada, podría hacerse con otras muchas personas, pero la aquí mencionada
resulta más que suficiente para dar a entender que en ella está presente el sentir general de España
como nación soberanamente libre e independiente.
No es el momento de señalar la capitulación y sumisión con que indebidamente se fue cediendo a
Estados Unidos, camuflado y superastuto invasor, nuestra soberana dignidad y autonomía.
L
a tra
m
a de su
m
isión se fue tejiendo ladina
m
ente con el resultado de la dependencia nacional e internacional
que hoy padecemos, sin que valga como causa justificante la ayuda decisiva que, en determinados
conflictos, pudo prestar Estados Unidos a unos u otros países para liberarlos de la dominación de un
enemigo; tal ayuda no se reconoce ni se compensa traspasando la propia libertad a quien te libera.
Una movilización nacional masiva supone una toma de conciencia de la nefasta subordinación en que
se vive y la voluntad de volver a recuperar nuestra dignidad nacional, tan prostituida, pues incluso
cuentan ya con España como si les perteneciera para extender y consumar su dominio en cualquier
parte del planeta tierra.
Con lo dicho, no se oculta que en la movilización se persigue salir de una dependencia que no nos
honra ni beneficia. Pertenece a los ciudadanos, como exigencia democrática esencial, revisar y
preservar para su país este derecho fundamental, conquistado y sellado internacionalmente.
La vicepresidenta Yolanda Díaz, si todo de ella dependiera, saldría al frente para conseguir la
independencia que hemos perdido, apuntando al último bastión que la sustenta y a las élites intra-
españolas que secretamente le apoyan. Pero lanzarse a ese objetivo no se lo van a permitir porque
sería sublevar al incuestionable poder imperial estadounidense.
E
n definitiva
,
no hay núcleos de poder político organizados en todo el territorio español que hagan girar el
G
obierno en esa dirección y que le puedan prestar activa alianza para lograr la independencia sustraída.
¿O queda incluso, que en estas adversas condiciones, Yolanda y otros, puedan congregar, unir gente,
recursos y una nueva geopolítica capaz de vencer a todo partido liberal conservador? Convocamos, por
tanto, sin ningún afán de renombre o negocio personal, a exigir Gobiernos que se hagan respetar frente
a todo intento de dominio, opresión o humillación. Intento que, en la situación actual, viene ejerciendo
injusta e indebidamente en múltiples aspectos los Estados Unidos.
Movilización de la ciudadaa contra
la guerra y por la recuperación de
nuestra robada independencia
Manifiesto
Improrrogable: ¿Esclavitud o Independencia? - Con todos: cerca o lejos, dentro o fuera,
alzamos la bandera de una España independiente y libre.
Nosotros: Miguel Ángel Revilla, Federico M. Zaragoza, José Antonio Martin Pallín,
Fernando Bermúdez, Manuel Monereo, Juan Carlos Monedero, Juan Torres López
I - Encuadre y contexto de la Semana Santa en el actual y declinante imperio yanqui
II - Movilización de la ciudadanía contra la guerra y nuestra robada independencia
I - La independencia
Nada fácil de determinar por más que no dejen de afluir miles y aun millones de
ciudadanos cristianos para celebrar la Semana Santa en su forma tradicional. Pero, se
nota, no es lo mismo ni se vive como antes.
No hemos encontrado el modo de hacerlo en una sociedad globalizada tecnológica,
cultural y políticamente cambiada.
La Semana Santa tradicional revivía muy literalmente los pasos y enseñanzas que Jesús
iba haciendo públicamente en su país. Jerusalén tenía bien establecido un Orden de
convivencia político- religioso que obligaba a todos.
J
esús
,
sin e
m
bargo
,
no encacomo válido y correcto tal
O
rden
,
lo cuestionó y aireó todas
sus corruptas e injustas leyes y prácticas
,
tac sin reparo a sus dirigentes de incoherentes
,
soberbios e hipócritas, con lo que se ganaba sin remedio su desconfianza y desprecio y
aceleraba el proceso que le llevaría a ser difamado, perseguido y, finalmente, juzgado y
crucificado.
Jesús, judío, fue calificado públicamente como hereje, transgresor del sistema religioso-
político dominante; enseñaba ser muy otro el camino que llevaba y unía a Dios.
En la gran cristiandad, que de El surgió, siglo tras siglo se fueron recordando,
celebrando y viviendo los sucesos más importantes de su vida, con un gran despliegue
de ritos e imágenes que, con inmensa variedad artística, iban quedando estampadas en
vidrieras, templos y espacios de toda clase.
Y, ahora, en pleno siglo XXI, toca a nosotros determinar cómo entendemos, vivimos y
proyectamos la celebración de esa Semana Santa, a partir del hecho perturbador de la
pandemia y de la guerra de Ucrania.
La Semana Santa, ¿la olvidamos o la vivimos aplicando su significado original y la
confrontamos con el Orden de convivencia nacional e internacional imperante y que
trata de imponerse, muy a sabiendas de no concordar ni de lejos con el proyecto
liberador de Jesús, - el reino de Dios- ¿El nuevo Orden cultural y sociopolítico que sueña
con ser modelo de convivencia, bajo el violento y unipolar imperio yanqui, es
compatible con el contenido original del reino de Dios, anunciado por Jesús y que la
Semana Santa debiera revivir? ¿Cómo la Semana Santa puede celebrarse, sin repeler la
enorme injusticia, opresión, desigualdad y esclavitud del tiránico imperio yanqui?
A destacar y lograr lo que parece imposible, contribuye la pasión del Papa Francisco por
la paz y el admirable y concordante objetivo de la veraz y libre Yolanda Díaz.
II - La movilización
Este utópico Manifiesto, es fruto natural del árbol de las personas que lo componen, que la
han hecho crecer y no permiten que nadie lo pueda arrancar, trocear ni configurar a su
antojo. España es una realidad originaria, histórico-evolutiva, que une, integra y caracteriza
hoy a sus más de 42 millones de habitantes. Es una Nación con un proceso de igualdad,
soberanía y libertad propio como compete a cada una y todas las naciones.
Y
lo que aquí se pretende es ni
m
ás ni
m
enos que cuidar y respetar esa su propia y libre identidad.
La movilización o se hace masivamente con toda la ciudadanía o no servirá para nada.
La desafiante iniciativa la asumen, la representan y la promueven en este caso, políticos y
personalidades relevantes, a las que hay que sumar con mérito singular el liderazgo del
Papa Francisco por la paz, aunque ya se ha comentado con sobrada razón, el escándalo de
que no le haya secundado como debiera la entera cristiandad.
La representación consignada, podría hacerse con otras muchas personas, pero la aquí
mencionada resulta más que suficiente para dar a entender que en ella está presente el sentir
general de España como nación soberanamente libre e independiente.
La representación consignada, podría hacerse con otras muchas personas, pero la aquí
mencionada resulta más que suficiente para dar a entender que en ella está presente el sentir
general de España como nación soberanamente libre e independiente.
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astuto invasor, nuestra soberana dignidad y autonomía.
La trama de sumisión se fue tejiendo ladinamente con el resultado de la dependencia
nacional e internacional que hoy padecemos, sin que valga como causa justificante la ayuda
decisiva que, en determinados conflictos, pudo prestar Estados Unidos a unos u otros países
para liberarlos de la dominación de un enemigo; tal ayuda no se reconoce ni se compensa
traspasando la propia libertad a quien te libera.
Una movilización nacional masiva supone una toma de conciencia de la nefasta
subordinación en que se vive y la voluntad de volver a recuperar nuestra dignidad nacional,
tan prostituida, pues incluso cuentan ya con España como si les perteneciera para extender
y consumar su dominio en cualquier parte del planeta tierra.
Con lo dicho, no se oculta que en la movilización se persigue salir de una dependencia que
no nos honra ni beneficia. Pertenece a los ciudadanos, como exigencia democrática
esencial, revisar y preservar para su país este derecho fundamental, conquistado y sellado
internacionalmente.
La vicepresidenta Yolanda Díaz, si todo de ella dependiera, saldría al frente para conseguir
la independencia que hemos perdido, apuntando al último bastión que la sustenta y a las
élites intra-españolas que secretamente le apoyan. Pero lanzarse a ese objetivo no se lo van
a permitir porque sería sublevar al incuestionable poder imperial estadounidense.
En definitiva, no hay núcleos de poder político organizados en todo el territorio español que
hagan girar el Gobierno en esa dirección y que le puedan prestar activa alianza para lograr
la independencia sustraída.
¿O queda incluso, que en estas adversas condiciones, Yolanda y otros, puedan congregar,
unir gente, recursos y una nueva geopolítica capaz de vencer a todo partido liberal
conservador? Convocamos, por tanto, sin ningún afán de renombre o negocio personal, a
establecer Gobiernos que se hagan respetar frente a todo intento de dominio, opresión o
humillación. Intento que, en la situación actual, viene ejerciendo injusta e indebidamente en
múltiples aspectos los Estados Unidos.