las verdaderas paternidad y
m
aternidad
naturales
. L
a llamada “fecundidad espiritual
”
es un sucedáneo, un sugestivo placebo.
Hace unos días, en “Un santo para cada día”
se nos recordaba a “san Agustín, Águila de
Hipona, padre y doctor egregio de la
I
glesia
”. E
l hagiógrafo destacaba en titulares
:
“S
igue y seguirá siempre alumbrando el
entendimiento de los hombres y arrancando
lágrimas en sus corazones”. A decir verdad,
a mí sí me ha arrancado penosas y
deplorables lágrimas de cocodrilo al leer un
texto de este santo, que hace referencia a
nuestro tema: “Nada hay tan poderoso para
envilecer el espíritu de un hombre como las
caricias de una
m
ujer... Es Eva, la tentadora,
de quien debe
m
os cuidarnos en toda
m
ujer
...”. E
sta
“
eruditísi
m
a
”
afirmación me re
m
ite
a un comentario recibido en uno de mis
anteriores artículos sobre el celibato,
publicado en este mismo blog y recogido en
el segundo tomo de mis libros “Al hilo de la
vida”. Creo que san Agustín se sentirá
ufano y orgulloso de este aventajado
discípulo del siglo XXI. Desconozco su
identidad y si se trata de un sacerdote
cavernario o un laico ultramontano porque
firma solamente con el nombre de
“Salvador”. Corto y pego:
“Quien consagra el Cuerpo de Cristo debe
tener una gran pureza, y es indigno pensar
que las manos que consagran son manos
que se manchan de las impurezas de una
mujer y de la suciedad del sexo. No, el
sacerdote debe ser puro en ese aspecto.(...)
¿Por qué ese ansia de manchar el sacerdocio
con el vicio y la depravación del sexo? ¿Por
qué no nos damos cuenta de una vez que la
pureza que ofrece la castidad es la que más
nos acerca a Dios, mientras que la carne
pecaminosa y putrefacta nos aleja de él?
¿P
or qué no se quieren dar cuenta los pseudo
-
católicos que las manos que consagran no
pueden sino llenarse de podredumbre en
contacto con la hembra y sus fluidos
obscenos?”. Este eximio “salvador” parece
que debió de ser concebido por obra y
gracia de
m
adre virgen y padre
“
putativo
”. ¿E
s
posible que una persona
“
psíquica
m
ente lúcida
”
pueda ultrajar, difamar y despreciar de tal
repugnante
m
odo a la
m
ujer y al
m
atri
m
onio?
¿Son éstos todos sus argumentos para
defender el celibato ministerial?
E
ste enfoque
m
iope de la sexualidad descansa
en dos i
m
aginarios supuestos
:
que la abstinencia
sexual es clave para la perfección personal y
espiritual y que
,
ade
m
ás
,
es posible practicarla
de por vida
. I
nsostenibles afir
m
aciones engañosas
y quiméricas. Ahí tenemos los abusos
practicados por perversos y pervertidos
personajes de toda la gama clerical. Una de
las noticias
m
ás co
m
entadas en los
m
edios
sobre la visita de Francisco a Lisboa ha sido
la reunión con personas que han sufrido
abusos sexuales por parte de religiosos de
instituciones de la
I
glesia portuguesa
. F
rancisco
escuchó su relato y pidió perdón. Existe una
estrecha relación de causa-efecto entre la
ley y estos aberrantes comportamientos. No
vale poner pretextos y evasivas. Se trata de
una lacra generalizada y sistémica. La ley
del celibato es una ley que contraría a la
naturaleza humana.
E
n este su blog
, R
ufo González nos recuerda
cada año el aniversario de los mártires del
celibato opcional
. “H
oy recorda
m
os un asesinato
,
consecuencia de la ley inhumana. 18 de
agosto: ya el 175 aniversario de unos
mártires del celibato opcional: “Camila:
mueres conmigo; ya que no hemos podido
vivir juntos en la tierra, nos uniremos ante
Dios”. Además, desde hace tiempo, nuestro
experimentado bloguero viene desmontando
de for
m
a hábil y co
m
petente tantos sofis
m
as
,
argucias y falsedades que la
I
glesia ha urdido
y sigue urdiendo entorno a este problema,
negándose a aceptar la evidencia.
Es indiscutible que para salir de esta crisis,
la Iglesia necesita una profunda reforma
interna que desmonte una secuela de poder
basada durante siglos en obediencias ciegas
y en exigencias antinaturales como el
celibato de los curas o la marginación de las
mujeres en los ministerios.
22.09.2023 | Pepe Mallo