L
a pri
m
era reunión del curso
2024-25
de nuestra co
m
unidad de
C
ristianos de
B
ase
,
el día 5 de
este mes, fue ocasión de replantearnos el tema de la misión de nuestro colectivo y nuestras
posibilidades de responder y trabajar por ella. En nuestro caso, hablar de una misión espe-
cífica significa y comporta la asunción de una determinada teología.
E
s sabido que los grupos de
C
ristianos de
B
ase
,
co
m
o el nuestro son expresión de la
T
eología
de la
L
iberación
que se encuadró en la to
m
a de conciencia
,
por parte del
C
oncilio
V
aticano
II,
del desfase que se fue produciendo
,
durante largos siglos
,
entre la enseñanza de
J
es de
N
azaret
y la práctica de una
I
glesia que pretende basarse en ella
. P
ese al
m
encionado
C
oncilio
,
la
I
glesia
sigue e
m
barrada en su aleja
m
iento del espíritu del
E
vangelio
. T
iene
m
ucho poder en ella el apa-
rato jerárquico clerical que es precisa
m
ente fruto de esa larga tradición defor
m
adora y, por
su propia naturaleza, es un factor interesado en sofocar todo intento de realizar el proyecto
liberador del Maestro Jesús.
P
or la función que realiza
,
el aparato clerical de la
I
glesia es
m
ás heredero del sacerdocio anti-
profético del
T
e
m
plo de
J
erusalén que de los dispulos que
J
esús quiso elegir co
m
o seguidores
y realizadores de su proyecto protico y liberador
. E
s responsabilidad de ese esta
m
ento clerical
la elaboración de teologías especial
m
ente diseñadas para alejar a la gente del co
m
pro
m
iso del
segui
m
iento de
J
esús
. S
on teologías que orientan toda la actividad religiosa a la salvación del
alma y descuidan la aplicación a resolver los problemas del mundo.
E
n base a esas teoloas alienantes se fo
m
entan for
m
as de espiritualidad que se constituyen en un
fin en sí
m
is
m
as y no en un instru
m
ento para asu
m
ir y seguir la enseñanza del
E
vangelio.
F
or
m
as
de espiritualidad que se basan en devociones
,
práctica sacra
m
ental
,
asistencia a cultos rituales
co
m
o los del sacerdote y el levita de la parábola del
B
uen
S
a
m
aritano que iban devota
m
ente a
su culto en el
T
e
m
plo y pasaron de largo ante el necesitado que estaba tirado al lado del ca
m
ino.
E
n una tal
I
glesia
, sen
el esque
m
a teológico de los
m
odernos sacerdotes y levitas
,
estaría
m
uy
a gusto aquel joven rico del que nos habla en
E
vangelio
(M
arcos
,
10:17-30
),
que no se decid
a seguir al Maestro cuando co
m
prendió el alcance y significado del co
m
pro
m
iso del segui-
m
iento de
J
es
. C
o
m
prend que en aquel
R
eino que Jesús le lla
m
aba a construir no había lugar
para ricos como él, o más exactamente, no había lugar para la formación de las diferencias
económico-sociales entre ricos y pobres.
E
sa desigualdad econó
m
ica
,
la estratificación en clases sociales con diferente poder eco
m
ico
,
es el resultado de una organización social que consagra la propiedad privada y establece el dinero
y el
m
ercado co
m
o instru
m
entos de gestn de la relación entre los hu
m
anos
. L
as clases do
m
i-
nantes de todos los tie
m
pos contaron con la ayuda de las castas sacerdotales para fo
m
entar la
pasividad de los opri
m
idos
. J
esús de
N
azaret y los profetas que le precedieron interpretaban de
otra
m
anera la voluntad de
D
ios
,
y pagaron caro su deseo de construir otro tipo de sociedad.
A
ctual
m
ente, las figuras destacadas de la
T
eología de la
L
iberación
y las
personas
que abogan
por otro tipo de sociedad
son perseguidas por la misma causa.
Si comprendemos cuál es el compromiso del seguimiento de Jesús, tendremos claro cuál es la
misn de colectivos como el nuestro y el mensaje que debemos transmitir a nuestro mundo
dominado por poderes opresivos y extraviado por tlogos que les sirven interesadamente.
B
oletín nú
m
. 65
- 14 de septiembre de 2024
Con motivo del asesinato del niño Mateo, en Mocejón, Toledo, ultraderechistas, que lo son
todos por este mismo hecho, han reactivado su propaganda xenófoba utilizando, como en
tantas otras ocasiones, mentiras para fomentar el odio a los extranjeros. Tenemos que unir
todas nuestras voces para condenar tan rastrero comportamiento. Fomentar odio entre la
gente es indigno de cualquier persona que se estime como tal, pero hacerlo a base de
fabricar bulos, produce escalofríos por la calaña de gente que deben ser los que lo hacen.
C
o
m
partir alguna de las ideas políticas de la ultraderecha no puede llevar a nadie a apoyar cualquiera
de sus varias opciones poticas
,
por conllevar ta
m
bn la propagacn del odio
. L
os partidos
políticos que incluyen entre sus ideas y co
m
porta
m
ientos el odio al extranjero
,
o al diferente en
general
,
no pueden ser apoyados de ninguna
m
anera
,
ni
,
por supuesto
,
votados
,
por nadie que
tenga una
m
íni
m
a
sensibilidad h
u
m
ana
, m
ucho
m
enos por un cristiano, cuya visión del ser hu
m
ano
viene a reforzar la dignidad de la persona
,
lo que sie
m
pre nos exigirá solidaridad con quien nos necesi
-
ta
,
co
m
o sucede con los
m
igrantes que llegan desesperados buscando acogida en país extranjero
,
aunque
,
co
m
o es gico
,
sean diferentes a nosotros en cultura
,
lengua
,
religión
,
color de la piel
H
ay quien ve a la ultraderecha co
m
o la gran defensora de los valores cristianos
. E
sto no es verdad
.
D
icen defender la civilización occidental cristiana, que viene a ser una vuelta a los ideales de
cristiandad
,
un
m
odo de nacional cristianis
m
o
,
excluyendo de
E
uropa cualquier otra opcn reli-
giosa
,
lo que chocaría con los grandes principios sobre los que hoy gira la sociedad europea:
libertad, igualdad y fraternidad, defendidos igualmente por el humanismo cristiano.
E
s evidente que la postura de la
I
glesia
C
alica sobre la
m
igración en absoluto coincide con la de
la extre
m
a derecha
,
co
m
o ha
m
ostrado bien clara
m
ente apoyando la
I
niciativa
L
egislativa
P
opular
para regular a
500.000
in
m
igrantes ilegales en
E
spa y posterior
m
ente
,
ya hace
m
ás de un
m
es
,
el
4
de julio
,
cuando el secretario general de la
C
onferencia
E
piscopal
E
spañola
, G
arcía
M
agán
,
en
la rueda de prensa posterior a la
C
o
m
isión
P
er
m
anente que aborda el tema de la migración,
afirma que la acogida a los migrantes que llegan a nuestro país se inscribe para la Iglesia en
la defensa de la dignidad de la vida. «El sí a la vida incluye la acogida de los migrantes».
B
ien es verdad que en lo que se refiere a la
I
glesia
C
atólica uno puede quedar confundido al oír
algunas declaraciones de obispos españoles que son bastante restrictivas con la
m
igración
,
pero
no perda
m
os de vista que ni son las oficiales de la jerarquía católica
,
ni son
m
uchos los que así
piensan
,
feliz
m
ente
. A
ún sin tener nada que ver con incitar al odio
,
puede inducir al equívoco
r a aln obispo e
m
plear un lenguaje tan parecido al que utilizan los políticos de la
ultraderecha diciendo que hay que
“conocer bien a los que entran”
,
que
“no es posible dar a
libre
,
pues no cabe
m
os todos en
E
spaña
,
co
m
o justificando el rechazo
,
o
,
al
m
enos
,
co
m
o
pidiendo que haya una buena seleccn
,
para que lo puedan entrar
los buenos
.
“E
n
E
spaña
no caben todos
. E
n
E
spaña caben los que caben
…”.
se nos puede colar gente que son
indeseados
. P
orque vienen con su carnet terrorista
,
porque vienen con su tráfico de cosas
,
tráfico
de blancas
,
tráfico de drogas
,
tráfico de ar
m
a
m
ento etc
…”
S
í, son palabras de un obispo
español dichas en una entrevista en un
m
edio digital conservador de infor
m
ación religiosa.
L
a postura cristiana sin
m
atices la define clara
m
ente
J
esús de
N
azaret
:
F
ui forastero y
m
e
acogisteis
. L
uego vendn las leyes a deter
m
inar cuántos
,
m
o y de
m
ás circunstancias
. E
n el
debate entre las distintas fuerzas poticas y sociales se irá encontrando un equilibrio genero-so y
razonable de acogida y de atención a quienes llegan en busca de un mejor futuro.
Audiencia General (28 de agosto - 2024)
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
H
oy
,
posponiendo la catequesis habitual
,
quisiera detener
m
e con vosotros para
pensar en las personas que
ta
m
bn en este
m
o
m
ento
esn atravesando
m
ares
y desiertos para llegar a una tierra donde puedan vivir en paz y seguridad.
M
ar y desierto
:
estas dos palabras vuelven a aparecer en
m
uchos testi
m
onios que
recibo
,
tanto de
m
igrantes
,
co
m
o de personas que se co
m
pro
m
eten a rescatarlos
.
C
uando digo
«m
ar
»,
en el contexto de
m
igración
,
ta
m
bién
m
e refiero al océano
,
lago
,
o
,
todas las
m
asas de agua traicioneras que tantos her
m
anos y her
m
anas
de cualquier parte del
m
undo se ven obligados a cruzar para llegar a su destino
.
Y «
desierto
»
no es sólo el de arena y dunas
,
o el rocoso
,
sino ta
m
bn todos aque
-
llos territorios inaccesibles y peligrosos co
m
o bosques
,
selvas
,
estepas
,
donde
los migrantes caminan solos, abandonados a su suerte. Las rutas migratorias
actuales a menudo están marcadas por travesías de mares y desiertos, que,
para muchas, demasiadas personas, son mortales. Algunas de estas rutas las
conocemos mejor, porque suelen estar a menudo bajo los reflectores; otras,
la mayoría, son poco conocidas, pero no por ello menos transitadas.
Del Mediterráneo he hablado muchas veces, porque soy Obispo de Roma y
porque es emblemático: el mare nostrum, lugar de comunicación entre
pueblos y civilizaciones, se ha convertido en un cementerio. Y la tragedia es
que muchos, la mayoría de estos muertos, podrían haberse salvado. Hay que
decirlo claramente: hay quienes trabajan sistemáticamente por todos los
medios para repeler a los emigrantes. Y esto, cuando se hace con conciencia
y con responsabilidad, es un pecado grave. No olvidemos lo que dice la
Biblia: «No maltratarás ni oprimirás al emigrante» (Ex 22,20). El huérfano,
la viuda y el forastero son los pobres por excelencia a los que Dios siempre
defiende y pide defender.
También algunos desiertos, por desgracia, se convierten en cementerios de
migrantes. A menudo, tampoco aquí se trata de muertes “naturales”. No. A
veces los llevan al desierto y los abandonan allí. En la era de los satélites y
de los drones, hay hombres, mujeres y niños migrantes que nadie debe ver.
Solo Dios los ve y escucha su clamor.
D
e hecho
,
el
m
ar y el desierto son también lugares bíblicos cargados de valor
simbólico. Son escenarios muy importantes en la historia del éxodo, la gran
m
igración del pueblo guiada por
D
ios a través de
M
ois desde
E
gipto hasta la
T
ierra
P
ro
m
etida
. E
stos lugares son testigos del dra
m
a del pueblo que huye de
la opresión y la esclavitud
. S
on lugares de sufri
m
iento
,
de
m
iedo
,
de desespe-
ración
,
pero al mismo tiempo son lugares de paso hacia la liberación, hacia
la redención, hacia la libertad y el cumplimiento de las promesas de Dios
(cf. Mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado 2024).
Hay un salmo que, dirigiéndose al Señor, dice
:
«T
ú te abriste ca
m
ino por las
aguas
, |
un vado por las aguas caudalosas
, |
y no quedaba rastro de tus huellas
»
(
77,20)
.
Y otro canta así:
«Guió por el desierto a su pueblo: | porque es
eterna su misericordia»
(136,16)
. Estas palabras santas nos dicen que, para
acompañar al pueblo en el camino de la libertad, Dios mismo atraviesa el
mar y el desierto; no permanece a distancia, no, comparte el drama de los
emigrantes, está allí con ellos, sufre con ellos, llora y espera con ellos.
H
er
m
anos y her
m
anas, en una cosa podremos estar todos de acuerdo: en esos
m
ares y desiertos
m
orferos
,
los
m
igrantes de hoy no deberían estar
. P
ero no es
m
ediante leyes
m
ás restrictivas
,
no es
m
ediante la
m
ilitarizacn de las fronteras
,
no es
m
ediante rechazos co
m
o lo conseguire
m
os
. P
or el contrario
,
lo conseguiré-
m
os a
m
pliando las rutas de acceso seguras y legales para los
m
igrantes
,
facili-
tando el refugio a quienes huyen de la guerra
,
la violencia
,
la persecución y di
-
versas cala
m
idades
;
lo conseguire
m
os fo
m
entando por todos los
m
edios una go
-
bernanza
m
undial de la
m
igracn basada en la justicia
,
la fraternidad y la solida
-
ridad
. Y
aunando esfuerzos para co
m
batir el tráfico de seres hu
m
anos
,
para dete
-
ner a los traficantes cri
m
inales que se aprovechan sin piedad de la
m
iseria ajena.
Q
uiero concluir reconociendo y alabando los esfuerzos de tantos buenos sa
m
a-
ritanos
,
que hacen todo lo posible por rescatar y salvar a los
m
igrantes heridos
y abandonados en las rutas de la esperanza desesperada
,
en los cinco continen-
tes
. E
stos ho
m
bres y
m
ujeres valientes son signo de una hu
m
anidad que no se
deja contagiar por la
m
alvada cultura de la indiferencia y el descarte
. Y
quienes
no pueden estar co
m
o ellos
«
en pri
m
era nea
»,
no están excluidos de esta lucha
por la civilización: hay muchas formas de contribuir, ante todo la oración.
Queridos hermanos y hermanas, unamos nuestros corazones y nuestras fuer-
zas, para que los mares y los desiertos no sean cementerios, sino espacios
donde Dios pueda abrir caminos de libertad y fraternidad.
30.08.2024
|
P
adre
Á
ngel
G
ara
,
presidente y fundador de
M
ensajeros de la
P
az
G
racias
, m
il gracias
, P
apa
F
rancisco
,
por tus palabras de este
m
iércoles
. A
cabo de
llegar de
C
euta y entré en
C
anarias
,
con varias reuniones y aco
m
pañando
in situ
.
¿S
abes cl es el verdadero proble
m
a
? H
ablar con los chicos
,
escuchar có
m
o
contaban que algunos de sus amigos habían quedado muertos en el mar.
Los presidentes de Canarias y Ceuta piden auxilio a España entera, y a los
políticos. No pueden más están agobiados, y me pidieron que en lo que pueda les
ayude. Acudo a vosotros, a vuestro medio, para tener voz. El problema no es
sólo de los políticos, es de toda la sociedad.
Estamos con este Papa: es el Papa de Lampedusa, de Lesbos, de Canarias. Con
él estuvimos viendo los cuerpos muertos, muchos de ellos en féretros sin
nombre, algunos blancos, de niños.
Estamos con este Papa que, dolido, habla con fuerza del verdadero pecado
mortal, el de los cuerpos muertos en el Mediterráneo, en las fronteras. ¡Qué
alegría que la iglesia también se siente herida y con dolor con este tema, aunque
se complique la vida! Hagamos gestos y gestas más grandes. Sin negar que ya se
están haciendo muchas cosas.
No temamos: hablemos claro, no sólo desde el Congreso sino también desde los
púlpitos, y de la Conferencia Episcopal, concienciemos a las personas.
Me uno al Papa. Y que nos excomulguen con él aquellos a los que no les duele
que haya más de cinco mil muertos este año a las puertas en nuestros mares.
¡Lleguen a acuerdos todos!
Hasta los 59°C alcanza la temperatura del desierto del hara y las zonas remotas donde
policías y cuerpos de seguridad de Marruecos, Mauritania y Túnez se deshacen de personas
negras despojadas de todos sus derechos. Quienes sobreviven narran secuestros, extorsiones,
torturas, violencia sexual, trata, ataques de perros azuzados por las fuerzas de seguridad y la
muerte. ¿Para qué? Para evitar que migren a Europa.
El control migratorio europeo se traduce en un mecanismo de subcontrato disfrazado
de cooperación internacional. En concreto, las autoridades europeas destinan dinero
bajo el concepto de migration management, además de material de defensa,
equipamiento y entrenamiento, a las fuerzas de seguridad de países de África ya
considerados frontera exterior de la UE en los que no rige el Estado de derecho.
Estos países utilizan estas herramientas en el formato de operaciones clandestinas,
incluso en contra de aquellas personas que necesitan asilo o protección internacional.
Este esquema sistemático de racismo y violaciones a los derechos humanos,
financiado por la Unión Europea (UE), fue revelado por una investigación
internacional coordinada por Lighthouse Report junto a The Washington Post,
Enass, Der Spiegel, El País, IrpiMedia, ARD, Inkyfada, Le Monde y porCausa.
E
l
m
edio centenar de personas supervivientes con los que he
m
os hablado tienen un solo
rasgo en común: todos son negros
”,
apunta
J
osé
B
autista, periodista de
por
C
ausa
y cola
-
borador de
D
er
S
piegel
que participó en la investigación
. C
ada año
, m
iles de personas, entre
ellas
m
ujeres
,
niños y solicitantes de asilo
,
son detenidas por su color de piel o intercepta-
das en el
m
ar al intentar
m
igrar a
E
uropa
. D
espués son trasladadas a cárceles de
m
igrantes
.
E
n los tres países investigados destacan los centros de detención en Mauritania, en las
ciudades de Nouakchott y Nuadibú. Allí son despojados de todos sus enseres. Durante
el encarcelamiento, que puede durar varios días, las autoridades no les suministran
agua ni comida. Tampoco tienen acceso a baños ni contactos con abogados.
Desde allí, son transportados en autobuses y abandonados en zonas remotas, alejadas
de la costa, a menudo en el desierto del Sáhara. En el caso de Mauritania, las
autoridades abandonan a los migrantes en Gogui, en la frontera con Mali, una zona
con alta presencia de grupos yihadistas. Se les deja en condiciones infrahumanas, sin
comida, agua, dinero, teléfonos y a veces incluso sin zapatos. Entre las víctimas de
este esquema también hay mujeres y niños.
Bautista cuenta que para la investigación se analizaron más de 1.000 contratos
públicos. El equipo de periodistas accedió a documentos confidenciales de la Comi-
sión Europea (CE), los Gobiernos de España e Italia, y de organizaciones inter-
nacionales como la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) y la Organi-
zación Internacional para las Migraciones (OIM), también adscrita a Naciones Uni-
das. Esos documentos dan cuenta de estas prácticas en detalle. Asimismo, recabaron
el testimonio de agentes de la Guardia Civil, policías y gendarmes desplegados en los
tres países, además de diplomáticos y otras fuentes gubernamentales. La información
fue contrastada con fuentes abiertas, fotos satelitales y videos suministrados por los
supervivientes y obtenidos en redes sociales. “Los que hemos estado en el terreno
hemos podido constatar que esto no es una práctica aislada”, concluye.
Hechos ocurridos con conocimiento de la UE, pese a estar ésta fundada bajo los
valores de dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, estado de derecho y
respeto a los derechos humanos, según establece el artículo 2 del Tratado de la UE y
queda expreso en su carta de los derechos fundamentales. En su primer capítulo se
establece que la dignidad humana es inviolable y que toda persona tiene derecho a su
integridad física y psíquica. Así mismo, que nadie podrá ser sometido a tortura ni a
penas o tratados inhumanos degradantes. También en su artículo 18 queda
garantizado el derecho al asilo.
Control fronterizo subcontratado
El esquema de detenciones y abandonos que llevan a cabo Mauritania, Marruecos y
T
únez tiene lugar con el conoci
m
iento
,
financiación y apoyo de los gobernantes euro-
peos
. P
ara su funcionamiento, la
UE
entregó
1.500
m
illones de euros entre
2015
y
2020
a
M
arruecos
,
en parte provenientes de su
F
ondo Fiduciario de Emergencia para África.
En febrero de este año, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y la
presidenta de la CE, Ursula von Der Leyen, prometieron más de 500 millones de
euros al Gobierno de Mauritania para combatir la migración irregular. En junio, la
comisaria europea, junto a la primera ministra italiana, Georgia Meloni, y el primer
ministro neerlandés, Mark Rutte, comprometieron en torno a 1.000 millones de euros
a Kaïs Saied, gobernante de Túnez, de los cuales más de cien millones de euros eran
para control migratorio.
Tanto la UE como los Estados miembros entregan equipamiento y tecnología a estos
países. Por ejemplo, Italia ha proporcionado 56 Nissan Navarra desde 2022 y
Alemania 37 a la guardia nacional de Túnez, modelos que coinciden con los que las
autoridades tunecinas usan para estas detenciones y abandonos. En el caso de
Mauritania, el Ministerio del Interior ha enviado buses y camionetas que fueron vistas
en las detenciones en ese país. En el caso de Marruecos, las fuerzas auxiliares
recibieron más de 55 millones de euros para fortalecer la gestión de fronteras, dinero
procedente del Fondo Fiduciario de la UE, lo cual quedó consagrado en una
declaración conjunta del Ministro de Asuntos Exteriores Italiano y su homólogo
tunecino en 2017.
La implicación de España no termina ahí. A través de contratos de la FIIAPP, una
agencia de cooperación adscrita al Ministerio de Asuntos Exteriores, las autoridades
españolas entregaron un elevado número de vehículos también a Marruecos con
dinero procedente del Fondo Fiduciario de Emergencia de la UE para África, como
revela la base de datos de Fundación porCausa. Así mismo, a través del proyecto
POC Mauritania, implementado por la FIIAPP, España donó 4,5 millones de euros a
Mauritania para ayudar a las autoridades en la lucha contra la migración irregular con
formación, equipamiento y apoyo operativo. Actualmente, la FIIAPP está cons-
truyendo dos centros de detención de migrantes.
Diversas fuentes consultadas para esta investigación afirman que estas detenciones y
abandonos ocurren al menos desde el año 2004. En noviembre de 2015, en la cumbre
de la Valeta (Malta), la UE inició su apuesta por subcontratar a terceros países para
combatir la inmigración irregular. Esta práctica, conocida como ‘externalización del
control migratorio’, es resultado del paulatino aumento de la militarización fronteriza,
la elevada presencia de los ministerios del interior en la gestión migratoria, el uso de
mensajes de odio que apelan a la emocionalidad y la desterritorialización de las
fronteras, tal como plantea el último informe de porCausa.
“Durante un tiempo, la UE favorecía reforzar la frontera: vallas, buques militares,
para que nadie entrase. En el año 2015, con la mal llamada crisis de los refugiados,
esto empezó a cambiar y se aumentó la apuesta por subcontratar a países terceros. Se
empezó con Turquía, Libia, países de los Balcanes como Serbia o Macedonia. Ahora
ese modelo crece y se redobla la apuesta: ya está normalizado”, explica Bautista.
Actualmente, este esquema se amplió a la mayoría de los países del Sahel, con
transferencias millonarias de dinero, material y entrenamiento desde Europa a
gobiernos dictatoriales para que hagan “el trabajo sucio contra los migrantes”,
puntualiza Bautista. Destaca también que ese equipamiento se utiliza no solo para
frenar a quienes migran sin alternativa segura, sino también para reprimir protestas
pacíficas de profesores, periodistas y opositores. “Todo esto al final pervierte
cualquier tipo de democracia”, concluye. Hoy esta externalización se ve potenciada y
puesta en escena como uno de los elementos claves del último Pacto Europeo de
Migración y Asilo, aprobado en abril de este año.
A pesar de las evidencias publicadas, tanto la CE como los Gobiernos europeos y las
agencias involucradas niegan tener responsabilidad ni estar implicadas en prácticas
que violan los derechos humanos. Es más, afirman que estas prácticas responden a la
soberanía de cada país africano.
La Fundación porCausa contactó con la OIM y la FIIAPP para recabar su postura,
pero no ha obtenido respuesta de la OIM en el momento de publicación de este
artículo. Por su parte, la FIIAPP (dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores)
afirma que todos sus proyectos “tienen los derechos humanos en el centro de su
actuación”. Asegura que está “actualizando los acuerdos” sobre la entrega de
tecnología, vehículos y materiales a gobiernos africanos, de los que dice “actúan en el
marco de su soberanía” respecto al uso y responsabilidad de los materiales donados.
La FIIAPP no aclara si tras la publicación de esta investigación puso en marcha
algún cambio para evitar que esas entregas sigan usándose para detener, encarcelar y
abandonar a personas migrantes en zonas remotas.
(A propósito de la misa del Día de Asturias)
C
on el mismo título que lleva esta carta, se celebró en Gijón, a finales de mayo, el XXXIII
Encuentro de Cristianos y Cristianas de Base de Asturias. De las conclusiones que
divulgamos al final del mismo, extraigo las siguientes:
“1. A
l vivir en una sociedad plural desde el punto de vista de las creencias
,
el
E
stado
tiene la obligación de velar por los derechos de todos los ciudadanos sin ningún
tipo de discriminación, y para ello tiene que configurarse como un Estado laico e
independiente. En este sentido, tiene que mantenerse neutral ante las diferentes
opciones religiosas, garantizando a todas ellas el ejercicio de sus derechos, al
margen del arraigo que hayan podido alcanzar, o de su dimensión social.
2. A la Iglesia no le compete indicar o definir el orden político de la sociedad, ya
que cualquier intervención directa en este sentido sería una injerencia en un
terreno que no le corresponde. El Estado tiene todo el derecho a defender su
autonomía y libertad a fin de no convertirse en rehén de la jerarquía religiosa. Sin
embargo, laicidad no significa que el hecho religioso debe replegarse al ámbito
privado, renunciando a toda presencia en la vida pública.
3. L
aicidad no equivale a irreligiosidad o ats
m
o
. L
os cristianos debe
m
os defenderla
como garantía de la libertad de conciencia y de creencias. Estamos llamados a
colaborar en la construccn de un
E
stado laico que haga posible una sociedad justa
y solidaria, sin discriminaciones por razones religiosas, culturales o sociales”.
Traigo esto a colación, a propósito de la controversia que, desde hace algún tiempo,
viene suscitando la presencia oficial de nuestras autoridades políticas en celebración
religiosa de Covadonga el Día de Asturias.
Ya, el año pasado, en carta abierta publicada en este periódico, rogaba al presidente
Barbón que no asistiera en representación del pueblo asturiano a dicha celebración, no
tanto por el previsible discurso reaccionario del Arzobispo, sino por instarlo a que fuera
dando pasos firmes hacia un Estado laico, lo cual es deseo de muchos asturianos, ya
seamos creyentes, ateos o agnósticos. Como es sabido, esto no sucedió, lo cual no me
supuso frustración alguna, consciente de mi escaso poder de persuasión. Mi intención
era, más bien, dar a conocer el pensamiento de los grupos de cristianos y cristianas de
base a los que pertenezco sobre la necesidad de caminar hacia una sociedad laica.
P
or otra parte
,
el hecho de que la
m
isa de
C
ovadonga sea presidida por el arzobispo
J
es
Sanz no es baladí y aumenta el interés que tenemos muchos en insistir en que nuestras
autoridades no asistan a esta sole
m
ne cere
m
onia
,
pues algunas de sus ho
m
ilías
,
especial-
m
ente la de este día, desgranan un rosario de consignas muy afines a las de ideologías
poticas reaccionarias y neofascistas
,
que tanto proliferan en estos tie
m
pos
. L
a
m
entable-
m
ente
,
la defensa y protección de los colectivos más vulnerables y castigados de nuestra
sociedad no suele ser el objeto de su discurso. Aunque quiera aparecer como mártir
perseguido a causa de la
V
erdad y la
L
ibertad
,
cual é
m
ulo en el norte de
Ó
scar Romero o
Pedro Casaldáliga, se asemeja, más bien, al ficticio e ínclito fray Gerundio de Campazas
(
o
m
ito el alias para no herir susceptibilidades
),
recurriendo a chascarrillos
,
pretendida
m
ente
ingeniosos, referidos a algunos acontecimientos de actualidad, que nada tienen que ver
con lo que se celebra. En su calendario mental, el 8 de septiembre no es el Día de
Asturias, ni el día de la Santina, es su día, el día del arzobispo Jesús Sanz, el momento
apoteósico para el que lleva preparándose desde el 9 de septiembre anterior.
En fin, es lo que hay. Pero ya sea con este o cualquier otro oficiante, lo deseable sería
que nuestras autoridades, si es que su devoción lo requiere, acudiesen a ceremonias
religiosas únicamente a título personal.
En un Estado laico, las personas pueden o no tener religión, pero el gobierno, los
gobernantes y las instituciones públicas deben permanecer neutrales ante cualquier
creencia: esto es la laicidad.
Por eso, señor presidente de Asturias, Adrián Barbón; señor presidente de la Junta
General, Juan Cofiño; señora delegada del Gobierno, Adriana Lastra, a ustedes que
hacen gala de pertenecer a un partido político progresista y laico, insisto en rogarles que
no vayan el Día de Asturias a la misa de la Basílica de Covadonga en representación
oficial de toda las ciudadanía asturiana.
Y, ya de paso, evitarán que su sumisa presencia amplifique el mensaje ultraconservador
del Arzobispo.
El autor de este artículo, Nacho Alonso Gómez, es miembro de uno de los grupos de
Cristianos de Base de Gijón. Su texto, publicado en la prensa como carta abierta al
Presidente del Principado, no es la primera del mismo autor dirigida a esa autoridad
pidiendo la no participación oficial en la solemnidad del día de Asturias en
Covadonga. Este año, felizmente, las autoridades asturianas se atuvieron a ese
criterio y no participaron en el acto religioso.
Desde nuestro colectivo de Cristianos de Base nos identificamos con la petición que
Nacho hace y el criterio en el que se inspira. Quede claro que no nos posicionamos
sobre las cuestiones que sirven de pretexto para dar cuerpo a la polémica o
confrontación que el prelado asturiano quiere mantener con la coalición de izquierda
gobernante, como puede ser el tema del aborto, sobre el cual hay posiciones
divergentes incluso en nuestro medio del cristianismo de base.
L
o esencial del asunto es
,
co
m
o el escrito de
N
acho indica
,
la neutralidad que en
m
ateria
religiosa debe existir en un Estado laico. A título personal, quienes ejercen autoridad
pueden asistir a las ceremonias religiosas que prefieran. Pero a título oficial no
pueden hacer eso los investidos de un poder o autoridad que representa a todo el
colectivo social, pues eso es privilegiar a determinada religión sobre las demás.
Por desgracia, esa distinción de privilegio religioso es demasiado frecuente en
nuestro país. Muchos alcaldes y otras autoridades participan a título oficial en misas
de fiestas patronales y otros actos de culto como las procesiones de Semana Santa o
del Corpus Christi, sin olvidar la presencia del rey, a título de Jefe de Estado, en la
festividad religiosa de Santiago en Compostela.
E
se tipo de presencia oficial de dignatarios públicos en actos del culto católico es signo
de la situación de privilegio que la
I
glesia
C
alica disfruta en este país, con concreciones
ta
m
bién en
m
ateria econó
m
ica
,
co
m
o es el caso i
m
presentable de las in
m
atriculaciones.