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Al igual que otros colectivos de Cristianos de Base, nuestro pequeño grupo está formado por personas que se reúnen para reflexionar sobre su fe y su realidad social, y para actuar en consecuencia. Estas comunidades surgieron como una respuesta a las injusticias sociales y económicas. Su objetivo principal es empoderar a las personas a través del conocimiento de la Biblia y la teología, y animarlas a participar activamente en la transformación de la sociedad.
Esta toma de conciencia responde a la percepción de la contradicción existente entre la enseñanza del Evangelio y la práctica religiosa promovida por la Iglesia institucional durante siglos. Quien se siente interpelado por el mensaje de Jesús de Nazaret no puede conformarse con la forma pasiva de la práctica religiosa tradicional que se vive en el ámbito eclesial.
Por ello, le damos mucha importancia a
- El estudio y reflexión comunitaria de la Biblia y obras teológicas que abordan la mencionada contradicción.
- La promoción de la solidaridad y la justicia social.
- El fomento de la participación activa en la vida política y social.
- La crítica al clericalismo y las estructuras eclesiásticas jerárquicas.
Estas características se resumen en la expresión: "Teología de la Liberación", que es una corriente teológica que surgió en América Latina en la década de 1960. Fue desarrollada por teólogos como Gustavo Gutiérrez, Leonardo Boff, Jon Sobrino, y otros, quienes buscaban una manera de responder a la pobreza y la opresión a través de una reinterpretación de la fe cristiana.
Los principios fundamentales de la "Teología de la Liberación" son:
- La opción preferencial por los pobres: esta teología pone a los pobres y oprimidos en el centro de la reflexión teológica.
- El análisis socioeconómico: Utiliza herramientas del análisis marxista para comprender las estructuras de opresión.
- La praxis: La acción y la reflexión van de la mano. La teoría teológica debe traducirse en acción concreta para la justicia social.
- La crítica de la teología tradicional: Rechaza una teología que sólo se centra en la vida espiritual y no aborda las cuestiones materiales y sociales.
La "Teología de la Liberación" ha sido objeto de críticas tanto desde dentro como desde fuera de la Iglesia. Algunos la acusan de ser demasiado política y de desviarse de la doctrina tradicional de la Iglesia. En algunos casos, ha sido percibida como una amenaza por las autoridades eclesiásticas y civiles.
Figuras prominentes de la "Teología de la Liberación", como Gustavo Gutiérrez y Leonardo Boff, han sido objeto de observación y corrección por parte de la Iglesia Católica. En particular, el cardenal Joseph Ratzinger (más tarde conocido como el Papa Benedicto XVI) y el Papa Juan Pablo II tomaron medidas intentando sofocar este movimiento. Los mártires de la Teología de la Liberación son aquellos que han dado su vida en defensa de los derechos de los oprimidos y en la lucha por la justicia social. Uno de los mártires más conocidos es Monseñor Óscar Romero, arzobispo de San Salvador, quien fue asesinado en 1980 mientras celebraba misa. Romero es recordado por su valiente defensa de los derechos humanos y su denuncia de la violencia y la injusticia en El Salvador. Otro ejemplo es el sacerdote jesuita Ignacio Ellacuría, quien fue asesinado junto con otros cinco jesuitas y dos colaboradoras en 1989 en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) en El Salvador. Ellacuría y sus compañeros eran defensores de la Teología de la Liberación y trabajaban incansablemente por la paz y la justicia en su país.
Estos mártires son recordados no sólo por su sacrificio, sino también por su compromiso con los valores del Evangelio y su lucha por un mundo más justo y equitativo.
Así pues, lo que motiva a los miembros de grupos cristianos de base, como el nuestro, es afrontar e intentar superar la contradicción existente entre las enseñanzas de Jesús en los Evangelios y las prácticas institucionales de la Iglesia a lo largo de la historia. En muchos aspectos la Iglesia se ha alejado de los principios y valores esenciales que Jesús predicó. La Iglesia ha sido influenciada por estructuras de poder, intereses materiales y políticos que a veces distorsionan el mensaje evangélico. Jesús abogaba por una vida de sencillez, pobreza y servicio a los demás, mientras que la Iglesia, en muchos momentos de su historia, ha priorizado el poder, la riqueza y la organización jerárquica, lo que contrasta con el mensaje original de amor, compasión y justicia social. La Iglesia ha enfatizado aspectos dogmáticos y rituales que no necesariamente corresponden con el mensaje profundo de Jesús. En lugar de centrarse en la inclusión, la solidaridad y la justicia social, que son valores fundamentales en los Evangelios, la institución eclesiástica ha sido un sistema que perpetúa estructuras de control y autoridad, a menudo en detrimento de la verdadera libertad cristiana.
La sensibilidad sobre esa problemática inspiró la creación de las Comunidades de Cristianos de Base como la nuestra. Cabe aclarar que, aunque la Teología de la Liberación fue el punto de partida de estos movimientos, el terreno ya estaba preparado de alguna manera. Esta teología surgió en América Latina en la década de 1960, asumiendo el espíritu reformador del Concilio Vaticano II. Sin embargo, en nuestro país algunos los pioneros de los movimientos sociales de base procedían de organizaciones como la JOC y la HOAC, que ya tenían una vocación reformadora y progresista antes del Concilio Vaticano. En Gijón tenemos el recuerdo de uno de esos activistas, como Manuel Hevia Carriles.
Pero en nuestra ciudad la génesis de las Comunidades de Cristianos de Base tuvo un origen y desarrollo concretos que merece la pena reseñar. Personas que conocieron y participaron en ese proceso relatan que en 1987 hubo una crisis en la Parroquia de Fatima de La Calzada, que produjo que una gran cantidad de personas colaboradoras en grupos juveniles, de acción social y de catequesis abandonaran sus actividades y la parroquia, como protesta por actitudes intolerantes del párroco, que conllevaron consecuencias muy lamentables. Para más completa información sobre ese asunto, puede verse un escrito elaborado por ese colectivo como "COMUNICADO A LA PARROQUIA DE FÁTIMA", a cuyo texto se puede acceder
desde aquí...
Además de esa información a la gente de la parroquia, en octubre de 1987, ese grupo de activistas intentó resolver el conflicto en el marco de la institución eclesial, como atestigua el escrito que dirigieron al arzobispo de la diócesis dos meses después, y que se puede ver en...
Como de costumbre, la jerarquía eclesial no anima ni avala las iniciativas que surgen de la base laical de la institución. Desatendido en sus inquietudes, ese grupo, siguió reuniéndose y celebrando la Eucaristía en lugares alternativos del barrio. En 1988 decidió adherirse y coordinarse con la Red de Iglesia de Base de toda España, como Grupo Cristiano de Base de La Calzada. Algunos y algunas de sus integrantes pertenecían también al grupo de la HOAC de Gijón, que por aquellas fechas rompía relaciones con la dirección diocesana por diferencia de criterios. Este segundo grupo, en reunión asamblearia, decidió, posteriormente, unirse a la Iglesia de Base y constituirse como Grupo Cristiano de Base del Bibio, que era el lugar donde celebraban sus reuniones de la HOAC.
Conservamos en nuestro archivo un escrito que es una elaboración del grupo de Cristianos de Base de La Calzada a modo de acta de alguna de sus reuniones, pero que por su contenido viene a ser como una especie de constitución o declaración de principios de lo que son nuestros grupos. Se puede ver ese texto en... Otro texto que refleja nuestros puntos de vista sobre lo que debe ser la participación de los laicos en la acción eclesial se puede ver en...
Asi comenzó la andadura de la Iglesia de Base en Asturias y en marzo de 1989 se celebró el I Encuentro de la Iglesia de Base Asturiana. La prensa asturiana informó ampliamente sobre ese evento. Algunos años más tarde cambió su nombre por Encuentro de Cristian@s de Base de Asturias, y que era seguido por bastantes grupos afines, que hasta hace bien poco funcionaban en Asturias. La prensa seguía informando sobre esas celebraciones; como se puede ver por la modesta hemeroteca que adjuntamos (ver en...)
Asumida la tarea de recuperar el sentido del mensaje del Mesías Jesús, nuestro trabajo no termina con el estudio y el debate de la Biblia y de las obras de teología. Nuestras reuniones no son un fin en sí mismas, sino actividades que sólo tendrán sentido y efectividad si tienen una trascendencia pública, si sirven para transmitir a la sociedad y a la Iglesia los valores que propugnamos. Una metodología de la Teología de la Liberación asumida por los movimientos cristianos de base es la de: "ver, juzgar y actuar". Por eso, nuestra actividad no debe limitarse a los debates en nuestras reuniones. Esto constituye la fase de "ver y juzgar", pero también hay que "actuar". Y la acción, en nuestro caso, aparte del compromiso personal de cada miembro de los grupos en tareas y organizaciones de la sociedad, debe consistir en la difusión del verdadero sentido del mensaje de Jesús, que no es el fomento de cultos y devociones, sino el trabajo por el Reino de Dios y su justicia. Jesús convoca a sus seguidores para esa misión. Por eso, la difusión del mensaje es función de todos los que se reúnen en su nombre. Pablo, en su Primera Carta a los Corintios, lo expresa así: "¡Ay de mí si no evangelizara!". La difusión del mensaje de Jesús, con el ejemplo y la palabra, debe ser la finalidad de todos los grupos que se definen como cristianos.
Con esa finalidad, realizamos desde 1989, los mencionados "ENCUENTROS DE CRISTIAN@S DE BASE DE ASTURIAS", cuyas conferencias, mesas redondas y celebraciones eucarísticas estaban abiertas al público en general y a la prensa para su difusión. La temática de tales ENCUENTROS o JORNADAS responde a los asuntos y problemas de la Iglesia y la sociedad, tratados a la luz de la Teología de la liberación, como se puede ver por la lista, en:
(ver enlace...)
Como se puede ver en la lista, la sucesión anual de los Encuentros se interrumpió después del 2019 hasta el 2023. Esto se debió a la pandemia de coronavirus, que también impidió nuestras reuniones. Al igual que en otros ámbitos, la asistencia presencial fue sustituida por reuniones telemáticas. En este contexto, surgió una innovación en nuestra forma de funcionar. Desde enero de 2021, comenzamos a publicar un boletín, cuyo objetivo inicial era mantener el contacto entre los miembros del grupo. Posteriormente, descubrimos que esta modesta publicación podía tener otra utilidad: difundir públicamente nuestras reflexiones. En esta página web puedes ver la colección completa de los números del boletín publicados hasta la fecha. Los materiales que presenta no son sólo aportaciones de nuestro grupo, sino que también incluimos textos obtenidos de Internet y de otros colectivos similares.
Lo mismo se puede decir de esta página; incluímos en ella, como se puede ver, artículos, reportajes, y todo lo que vaya en la línea que nos marcamos de trabajar por la difusión del mensaje del Evangelio que vemos secuestrado por las iglesias oficiales.